La combinación de una tasa de natalidad en horas bajas y un progresivo aumento de la mortalidad en las Islas han provocado el estancamiento de la población nativa de Baleares, frente a la explosión demográfica provocada por la inmigración en los últimos años. La última radiografía de este fenómeno es del año 2021, que se cerró con un saldo vegetativo de 718 personas: la diferencia entre los 9.520 nacimientos y las 8.802 defunciones que hubo ese año, según los datos que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE). La tasa de natalidad en Baleares se sitúa en la media española cuando históricamente ha estado por encima. En 2021 fue del 7,81 cuando 20 años antes, en el año 2001, era del 11,54. Curiosamente, son los inmigrantes que llegan a Baleares los que ayudan a que la tasa de natalidad no se desplome aún más. La tasa entre las madres extranjeras es del 10,52 cuando entre las madres españolas es del 7,02.
El Instituto Nacional de Estadística también publicó datos sobre matrimonios en las Islas. En el año 2021 se casaron 4.122 parejas de distinto sexo, hubo 83 enlaces entre hombres y 63 entre mujeres. La cifra supone un notable aumento con respecto a 2020, en plena pandemia, cuando las parejas decidieron aplazar las bodas. Ese año solo hubo 2.837 bodas entre personas de diferente sexo, 57 enlaces entre hombres y 24 entre mujeres. En cualquier caso, a pesar de este repunte de matrimonios en el año 2020, las bodas siguen yendo a la baja y hubo casi 1.000 enlaces menos que en 2019, el año previo a la pandemia.