Los 'pájaros pingüino' (Alca torda) están huyendo del norte del Atlántico con la finalidad de protegerse de las condiciones adversas de un fuerte temporal que está azotando estos días a su hábitat. La zona elegida es el Mediterráneo, donde están llegando de forma «masiva», según ha informado el Rafel Mas, técnico del Servicio de Protección de Especies de la Conselleria de Medi Ambient. En este punto, ha precisado que a Mallorca están llegando más que en otras ocasiones, pero no tanto como al levante peninsular. Y en esta ocasión han sido avistados en Santa Eulària.
Mas ha informado que no es la primera vez que estas aves llegan a la Isla, ya que «hay registros desde hace décadas y se ven de forma accidental algunos inviernos». En este sentido, ha explicado que la presencia de estos pájaros no es habitual. «Se ven de forma accidental en algunos inviernos: se considera una invernada rara en Mallorca y Pitiüses (poco frecuente) y una invernada escasa en Menorca (muy poco frecuente)».
El primero que se ha visto este año fue uno muerto, el pasado 24 de noviembre, en Es Trenc. Además, se han avistado dos en Pollença (uno fallecido y otro débil) y uno en Santa Ponça. También se han observado otros volando en Porto Petro y Cabrera. Actualmente hay uno recuperándose en el Consorci per a la Recuperació de la Fauna de les Illes Balears (COFIB), ya que ha llegado muy debilitado.
Muchos de ellos llegan debilitados y algunos mueren
El Alca común (Alca torda), también conocido popularmente como 'pájaro pingüino' por su parecido aunque no pertenece a su misma familia, procede del atlántico norte. Suele habitar en los mares de Groenlandia, norte de Noruega, Islandia, etc. «Su distribución es muy amplia», ha puntualizado el técnico del Servicio de Protección de Especies. Este ave marina se alimenta de peces y se desplaza muy bien, tanto bajo el agua como volando. Por ello, puede recorrer distancias tan amplias, aunque muchos de ellos llegan debilitados y algunos mueren.
Los que llegan débiles son ingresados en el COFIB cuando llegan a Mallorca y son puestos en libertad, si sobreviven, una vez que logran recuperarse. Preguntado por si podrían vivir en la Isla en el caso de quedarse, Mas ha respondido que sí; aunque ha avanzado que no lo harán porque «serían ejemplares solitarios y no encontrarían parejas para reproducirse». Además, los mares del norte del Atlántico son más ricos que los del Mediterráneo en alimentación.