Más de medio centenar de alumnos de tercero y cuarto de ESO del instituto Xarc de Santa Eulària se han concentrado en la mañana del miércoles a las puertas del centro para protestar por el mal estado en que se encuentran las instalaciones que cuentan con una vida superior a los 30 años.
Según ha señalado el presidente de la asociación de alumnos, Víctor Torres, esta iniciativa ha surgido del propio alumnado ya que «en los últimos años estamos viendo una dejadez por parte de las instituciones en el mantenimiento del instituto», por lo que han creído conveniente «protestar por esta inactividad de la Conselleria balear de Educación». Una dejadez que se traduce en una serie de deficiencias y carencias «que no sólo son visuales y estéticas, sino que también comprometen la seguridad de la comunidad educativa».
Entre otras cosas, el inmueble tiene goteras, voladizos de los que se desprenden trozos, baños fuera de servicio constantemente, baldosas caídas en pasillos y aulas, parasoles en las ventanas que ya no cumplen su función y ordenadores totalmente obsoletos. Ante esta situación, Torres ha indicado que los estudiantes han tenido que tomar la iniciativa «porque somos la base del centro educativo. Lo hemos organizado todo y tanto la dirección del centro como el profesorado nos apoya». Ha subrayado a su vez que tienen constancia de que la Conselleria tiene habilitado un presupuesto para realizar los trabajos de mejora necesarios en el Instituto Xarc «pero nosotros queremos que sea una actuación de verdad, que se pongan manos a la obra». Por eso, Torres ha insistido en que harán tantas huelgas y manifestaciones como haga falta «hasta conseguir que se reparen estos desperfectos». Otra de las portavoces de los estudiantes, Aurora Jiménez, ha hecho hincapié en que no han tenido más remedio que movilizarse «para ver si de una vez se hace algo».
El director del centro, Francisco Javier Moreno, ha mostrado su apoyo a los estudiantes por sus reivindicaciones y se ha felicitado porque la asociación de alumnos haya recuperado una junta directiva, de que esté más activa «y de que sean reivindicativos y quieran lo mejor para el centro donde están estudiando». Ha recordado a su vez que el estado del instituto depende en una parte de la dirección del centro y en otra de la Conselleria de Educación. «Nosotros hacemos todo lo que podemos con la dotación que tenemos para hacer reparaciones», ha insistido Moreno.
Asimismo, ha dicho que existe un proyecto por valor de aproximadamente 500.000 euros «para actuar de forma urgente en las cubiertas y cambiar los parasoles de las ventanas. Tenemos confirmación por escrito de que se va a hacer pero no sabemos cuándo». En este sentido, ha explicado que tenían previsto que se pudieran hacer las obras con el centro educativo abierto, dejando algunas aulas sin alumnado y perimetrando la zona «para que se pudieran ejecutar aun en tiempo lectivo».
Desde la Conselleria balear de Educación han destacado que cuestiones de mantenimiento como reparación de puertas, o la reposición de baldosas o teclados de ordenador son cuestiones que tienen que asumir los propios centros educativos con el presupuesto con el que cuentan para estas labores. En caso de que, por alguna situación imprevista, se tuviera que afrontar alguna intervención de mantenimiento que no pudiese asumir económicamente el propio centro, se puede solicitar ayuda a la Conselleria para que se pueda llevar acabo, han recordado.
Han manifestado a su vez que las cuestiones que no son de mantenimiento las asume el IBISEC, que actualmente tiene previsto llevar a cabo en el instituto Xarc una serie de trabajos que se ejecutarán por orden de urgencia de las deficiencias. Entre estos trabajos se encuentran la reparación de cubiertas metálicas como la cubierta del gimnasio, el voladizo de acceso al gimnasio y el voladizo del bar, con un presupuesto estimado de 48.345 euros. También están previstas reparaciones estructurales por valor de 33.050 euros, reparaciones en el interior del gimnasio por un importe de 38.200 euros, la sustitución de lamas y carpintería por un valor de 440.000 euros y una actuación en la vivienda del conserje para adaptarla a zona educativa, con un presupuesto de 35.000 euros.