El Ayuntamiento de Sant Joan de Labritja ha informado este lunes de la finalización de la eliminación de las barreras arquitectónicas en la localidad de Sant Miquel de Balansat. Con estas mejoras el consistorio ha explicado que busca «mejorar la calidad de vida de los vecinos y visitantes del pueblo, especialmente de la personas con movilidad reducida y discapacidad visual».
Con estas obras se han suprimido escalones y se ha instalado pavimento táctil de botones en las zonas de mayor afluencia de personas, con un coste total de 27.599,86 euros.
El Ayuntamiento ha asegurado «estar comprometido en hacer del municipio un lugar más amable y accesible para todos». En este sentido, continúan las obras en Sant Llorenç que finalizarán en las próximas semanas.