La tasa de criminalidad de Ibiza es la más alta de Baleares y de toda España, según el balance correspondiente al conjunto de 2022 realizado por el Ministerio del Interior que ha hecho público este sábado.
En el conjunto de España, la tasa de criminalidad se sitúa en 49 delitos o faltas por cada mil habitantes. Sin embargo, en Baleares alcanza los 64, lo que la convierte en la más alta del país, seguida por Cataluña (61) y Madrid (59). Dentro de Baleares, la de la isla de Ibiza, con un 79, supera al resto de las islas, que se sitúan en 64 delitos o faltas por cada mil habitantes en Mallorca, 42 en Menorca y 55 en Formentera.
La ciudad de Palma tiene una tasa de criminalidad de 83 casos por cada mil habitantes, pero varias ciudades de Ibiza superan la media balear de número de delitos, en concreto Vila, Sant Antoni y Sant Josep. No obstante, en la mayoría de los casos, los indicadores de criminalidad de 2022 están por debajo de las cifras registradas en 2019, antes de la pandemia.
El propio Ministerio recuerda que históricamente el archipiélago ha liderado este indicador, ya que la tasa se calcula sobre la población censada, sin tener en cuenta la existencia de una gran población flotante debido a su condición de destino turístico. De hecho, 2022 ha sido un año de especial afluencia de visitantes a las islas, dado que se trataba del primero libre de restricciones a la movilidad.
De enero a diciembre se han contabilizado en todo el país cerca de 76.000 infracciones penales, que suponen un descenso del 2,2% respecto de 2019, año de referencia estadística al ser el último que no estuvo afectado por las restricciones de la pandemia de Covid-19.
Por otra parte, se advierte que la cibercriminalidad ha registrado en 2022 más de 8.600 denuncias en las islas, con un incremento del 1% en comparación con 2019, mientras que en los últimos tres años ha disminuido un 2,6% la criminalidad convencional.
Los datos publicados por el Ministerio del Interior se pueden consultar en el Portal Estadístico de Criminalidad.
Y se persigue a los Guardias Civiles por seguir trabajando porque no se pueden pasar de horas, sin coste al erario público, y aquí no pasa nada. Entre que no hay efectivos y que los que hay y trabajan más allá de su horario son perseguidos, en nada empezarán a aumentar la compra de escopetas porque cuando llamen y no vaya nadie es lo que tocará usar.