Los trabajadores de las residencias de mayores dependientes del Govern balear en la isla de Ibiza iniciarán una huelga indefinida el próximo 3 de abril para reclamar una subida de salarios generalizada. Así lo ha anunciado este viernes la secretaria del comité de empresa de la residencia Sa Serra de Sant Antoni, Ana Domínguez, que concretó que estos paros se realizarán de las 13 a las 15 horas hasta que se reciba por fin una propuesta salarial por parte de la Conselleria balear de Bienestar Social.
Domínguez ha realizado estas declaraciones durante la protesta celebrada en la mañana de este viernes a las puertas de la residencia portmanyí, donde unos 60 trabajadores de la Fundación para la Dependencia reivindicaron que se equipare su sueldo con el de otros trabajadores de la misma categoría en otras administraciones.
Bajo el cántico «Igualdad, subida salarial» estos profesionales exigieron que se ponga freno de una vez por todas a su precariedad salarial e insistieron en que los salarios que perciben sólo dan pie a una fuga de profesionales y a la inestabilidad de las plantillas, lo que a su vez repercute en la calidad asistencial a los mayores.
Intención de negociar
La secretaria del Comité de Empresa de Sa Serra reconoció que, por el momento, «lo único que tenemos de la Conselleria es la intención de negociar, pero todavía no tenemos ninguna propuesta y seguimos igual, por lo que optar por la huelga indefinida».
Y es que, tras «años exponiendo la falta de personal en Ibiza y quejándonos de nuestra situación no tenemos ninguna respuesta», manifestó Domínguez. «Tenemos este problema cada año, se intensifica cada temporada y tenemos que estar tirando del carro como se puede y sobrecargando al personal, pero no somos competitivos».
En este sentido, denunció el agravio comparativo existente entre las residencias dependientes del Govern balear con las demás administraciones de Ibiza y con el resto de las islas, «y para colmo ahora tenemos también un agravio comparativo interno cuando se sube el sueldo sólo a dos categorías dentro del propio equipo de trabajo». «Hemos llegado al límite», reconoció.
Domínguez insistió en que una mejor calidad asistencial se consigue fidelizando a los trabajadores, que se tienen que sentir a gusto en sus puestos. «Si el trabajador ve esto como un trabajo temporal hasta poder dar el salto a otro sitio donde se le paga mejor y donde tiene mejores condiciones, no podremos ir hacia una mejor calidad asistencial», subrayó. Esta fuga de trabajadores se ve, además, intensificada en la época de verano «que es cuando más se demanda personal pero no sólo a nivel sanitario, también en otras categorías competimos con el sector privado porque a los cocineros en verano se los rifan. Aquí no quiere venir a trabajar nadie por mil y pico euros», concluyó.
La auxiliar sociosanitaria Noelia Serrano, por su parte, reconoció que por primera vez en los seis años que lleva trabajando en la residencia se está planteando cambiar de aires. «Hace un año no se me pasaba por la cabeza marcharme de la residencia a otro lugar que cobrara más», reconoció, «pero a día de hoy sí, porque no considero que se nos esté valorando como nos merecemos después del trabajo que estamos haciendo».
Serrano indicó que los auxiliares sociosanitarios «somos la categoría más baja de la residencia, hacemos muchísimo por estos abuelos y creo que nos merecemos el aumento, igual que los demás. ¿Tenemos que salir corriendo para que nos suban el sueldo?», preguntó en relación a la continua fuga de trabajadores.
El apunte
Diferencias salariales de 500 euros de media
Las diferencias salariales dentro de la misma categoría laboral en una residencia gestionada pro el Govern balear y en otro centro gestionado por otra administración rondaría una media de 500 euros, según han denunciado los convocantes de la concentración celebrada este viernes. En este sentido, recordaron que hay trabajadores que están cobrando un salario de 1.080 euros mensuales. «Con ese dinero es imposible vivir en la isla, y la consellera lo está permitiendo», aseguraron en referencia a Fina Santiago.