Poco ha tardado en producirse una de las escenas que era de esperar en las nuevas fuentes de la remodelada avenida de Isidor Macabich. Los peatones observaban este martes atónitos cómo un joven lavaba la ropa en una de las fuentes transitables instaladas en el cruce de Isidor Macabich con la calle Bisbe Huix.
Allí dejó uno de sus pantalones a remojo mientras él se comía una manzana a la espera de que el agua hiciera su función.
Las fuentes transitables, también conocidas como fuentes secas transitables de suelo, tienen la ventaja de que los ciudadanos, sobre todo los niños, pueden interactuar con ellas, como hizo ayer este joven.
Pero, a la vez, el agua de retorno está más sucia de lo habitual, al estar a nivel de suelo. De ahí que sea bastante probable que el pantalón acabara más sucio de lo que ya debía estar.