El futuro presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, avanzó este miércoles en el programa Bona nit Pitiüses de la TEF que en su equipo de gobierno habrá tres vicepresidentes. Se trata de su número dos, Verónica Castelló, y de los presidentes de las dos formaciones que conforman la coalición de Sa Unió: Javi Serra, de Compromís; y José Manuel Alcaraz, del PP; que iban de número 3 y 9, respectivamente, en la lista de Sa Unió al Consell de Formentera. «Serán una ayuda para mí, que tendré que estar en dos sitios», apuntó Córdoba en relación al hecho de que compaginará la presidencia de la institución insular con su puesto como diputado en el Parlament balear.
Córdoba, que se encargará de las carteras del sector primario como agricultura, ganadería y pesca, destacó la valía de su futuro equipo de gobierno. «El presidente vale lo que vale su equipo, él solo no puede hacer nada. Tenemos un buen equipo para trabajar y ahora hay que organizarlo. Están muy animados», apuntó.
El presidente electo de Formentera señaló que trabajará «con humildad». «La soberbia es la palabra que mejor describe lo que estaba pasando en los últimos años en Formentera. La administración debe estar al servicio del ciudadano, no que pidas por un técnico y no puedas hablar con él o que no se contesten los escritos de los ciudadanos. Tenemos que ser humildes, que es lo que nos ha llevado a esta mayoría absoluta. Y si un día perdemos esta humildad, espero que haya alguien que nos dé un toque y nos avise», aseguró el líder de la coalición Sa Unió.
Cuestionado por las razones por las que una isla tradicionalmente de izquierdas ha dado este giro, Córdoba explicó que los ciudadanos «se han dado cuenta de que cuando las cosas no pintan bien hay que votar a la opción que crees que puede solucionar los problemas». En este sentido, el de Sa Unió aseguró que «los últimos años de gestión no han gustado. En la oposición hemos trabajado, no ha sido fácil pero hemos intentado ser coherentes y cuando criticábamos ofrecer una salida también. La gente ha dejado claro que quería un cambio, porque hace cuatro años ya le quitaron la mayoría absoluta a Gent per Formentera y el PSOE no entendió que el cambio no era que gobernaran ambos en coalición. Y ahora la gente lo ha dejado claro: quiere que gestionemos nosotros». Llorenç Córdoba prometió «no tener en cuenta los colores de la gente sino gobernar para y por Formentera».
Diputado por Formentera
Córdoba, como prometió en campaña, formará parte del grupo mixto del Parlament, ya que considera que tiene «ventajas» para luchar por las necesidades de Formentera. Entre sus prioridades como diputado estarán la mejora de la sanidad, la vivienda o tener un mejor deslinde de costas. «Se tiene que modificar la ley estatal de Costas no para construir más sino para conseguir un equilibrio entre la conservación del medio ambiente y la actividad económica que se desarrolla desde hace muchos años por familias de la isla». apuntó en este sentido.
Córdoba también pretende que en esta legislatura se mejoren las instalaciones de dos colegios y se amplíe el IES Marc Ferrer. Además, considera muy necesaria la mejora de la depuradora ya que su agua no la pueden utilizar los campesinos y la que se vierte al mar a través del emisario lo hace sobre la posidonia del Parque Natural de ses Salines.
Llorenç Córdoba también adelantó la redacción de un plan de acceso al mar que prevea la construcción de rampas en la costa, una marina seca o conseguir amarres sociales en la Savina «para que los residentes no tengamos que vivir de espaldas a él y tener la barca en el terreno porque te la han sacado de s'Estany».
En cuanto a la problemática de la vivienda, el futuro presidente formenterés apostó por seguir «la misma línea que el PP de Ibiza: cesión de terrenos para que empresas privadas hagan viviendas a cambio de pisos a precio tasado y que pasen a ser, al cabo de un tiempo, de propiedad pública». Para Córdoba, hay que ayudar a los funcionarios con trabajos esenciales habilitando edificios públicos sin uso como viviendas temporales, como el que tiene el Consell de Formentera en la zona industrial que antes había sido un centro sanitario y, después, el cuartel de la Guardia Civil.