Sant Joan ha amanecido este sábado llena de vecinos y visitantes tras la resaca de la revetlla de Sant Joan, la noche previa al día del patrón y la noche más corta del año. No es de extrañar que durante toda la mañana en Sant Joan el ambiente creado por los asistentes haya sido de jolgorio y fiesta. Sin duda, las hogueras de anoche han dado paso al día más especial del año en el municipio, una jornada llena de actividades y festejos destinadas a celebrar la festividad del patrón.
El día grande ha comenzado, a partir de las 12.00 horas, con una misa solemne acompañada por el canto gregoriano en la iglesia. Tras el oficio, se ha celebrado una procesión en la que el Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen María y Sant Vicent, encabezados por Sant Joan, han salido a la calle portados por vecinos con el objetivo de recorrer las calles del núcleo urbano de la localidad. Ha sido entonces cuando la emoción, la devoción y la fe han llenado cada uno de los rincones de la localidad.
Después de este recorrido ha tenido lugar uno de los momentos más esperados; la actuación del ball pagès a cargo de Sa Colla de Labritja en la plaza de la iglesia. Los componentes de la agrupación, ataviados con sus tradicionales trajes de payeses, han realizado una exhibición muy especial que ha llegado acompañada del reparto de bunyols y orelletes. Una mañana llena de actos tradicionales que continuará por la tarde con una exposición de coches y manualidades para los pequeños de la casa.
Cabe recordar que el Ayuntamiento de Sant Joan lleva varios días celebrando la festividad de su patrón. En este sentido, el viernes también se celebró una misa solemne y se inauguró la exposición del artista Anthony Gofer en el porche de la iglesia, acompañada de una muestra de mantones y espardenyes.