Antonio Domenech (Reus, 1959) es el director general de Vibra Hotels desde 2016, que fue cuando se implicó de lleno en el proyecto hotelero. Antes, Antonio Domenech tuvo una compañía de reposicionamiento de hoteles y estuvo casi 14 años de vicepresidentes en Meliá Hotels. Explica que desde el año 96 lleva asumiendo grandes responsabilidades en este sector con el objetivo de conseguir un mayor nivel de calidad para la hotelería, que lo ha llevado a dirigir la cadena más importante de Ibiza en términos de plazas turísticas. Es por eso que, aunque no se considera un experto dentro del estudio del turismo, comparte para los lectores los datos turísticos clave para Vibra Hotels durante estos años.
—¿La cadena está cumpliendo las expectativas generadas por el sector al inicio de temporada?
—Por supuesto. Venimos de un 2019 fantástico, de dos años horribles por la pandemia y de un 2022 excepcional. En 2023, sólo podemos decir que el día uno de agosto cumplimos el objetivo de ingresos anual. Nos pusimos un presupuesto agresivo después de venir de un año excepcional y se ha cumplido.
—¿Las cifras superan los números logrados el verano pasado?
—Si hacemos una comparativa, este abril hemos tenido una ocupación del 84 % mientras que en abril de 2022 fue del 73 %, once puntos por encima. En mayo ha sido del 74 % y el año pasado fue del 72 %, dos puntos por encima. En junio logramos un punto más respecto al año pasado, y en julio alcanzamos el 93 % de ocupación mientras que el año pasado las reservas alcanzadas fueron del 91 %. Este año hemos conseguido cifras muy altas.
—Según las patronales, estas expectativas iniciales provocaron la subida de los precios.
—Sí, no sólo por las expectativas también por las inversiones realizadas y la subida generalizada de los precios. Por ejemplo, nosotros en abril tuvimos un aumento del precio medio del 25 % respecto al año pasado, en mayo un 22%, en junio un 15% y en julio un 12%.
—Los datos reflejan que la cadena Vibra Hotels no padeció la pequeña bajada de ocupación que sí sufrieron otros establecimientos.
—No, pero sí que hemos notado un comportamiento extraño por parte de los clientes. Por ejemplo, cuando se anunciaron las elecciones generales hubo un pequeño parón porque la gente no sabía qué iba a hacer, lo mismo con las huelgas en el aeropuerto británico. Pero, bueno, qué año no ocurre algo. En líneas generales ha sido un año muy ordenado respecto a las reservas de los clientes.
—¿Entre ellas están las reservas de última hora?
—Sí, estas últimas semanas hemos tenido un gran repunte de última hora. No hay que olvidar que nuestras plazas representan el 13 % del total de las camas que hay en toda la isla de Ibiza. Es un dato muy relevante que, sí ampliamos a Baleares, supone que esta cadena lidere esta lista a nivel de propiedad, puesto que tenemos 32 hoteles en Ibiza y dos en Mallorca.
—¿Tienen algún proyecto hotelero a corto plazo?
—A partir del 1 de octubre comenzarán las obras en el antiguo Hotel Catalina de Sant Antoni con el objetivo de abrir un alojamiento de cuatro estrellas en uno de los mejores sitios del municipio para ver la puesta de sol. También queremos, además del Hotel Marítimo, abrir otro de nuestros establecimientos durante todo el año para la temporada de invierno.
—¿Cuáles son los canales de distribución de esta cadena?
—En nuestro sistema de comercialización tenemos sólo un 12 % de touroperación tradicional desde 2016 porque entendimos que Ibiza era un destino que podría vivir de su propia marca. Tenemos casi un 40 % en venta directa o venta electrónica y mucha reserva de última hora. Tenemos ubicaciones Premium que nos da una fortaleza clara; estamos en Cala Tarida, en Sant Antoni, en Ibiza…
—¿Vivir de su propia marca?
—Nos gusta mucho criticar, pero algo se habrá hecho bien en Ibiza para que la marca sea una de las más valiosas del mundo.
—¿Qué porcentaje del precio final está condicionado por esta marca?
—Si miramos el diferencial de precios medios entre Ibiza y Mallorca, la diferencia de precios entre ambas islas corresponde a la marca Ibiza porque las playas de Mallorca son igual de buenas que las de aquí, e incluso tienen monumentos históricos que nosotros no tenemos. Así que la marca Ibiza representa un 40 % del valor en los precios.
—La marca Ibiza es importante, pero ¿y la marca Vibra Hotels?
—Nuestra marca nos ha dado mucha fortaleza porque somos reconocibles, tenemos una buena ratio precio calidad que la gente reconoce. No queremos dirigirnos al lujo, no queremos cinco estrellas, nuestro cliente ya sabe que viene a hoteles de tres y cuatro estrellas. Eso sí, a un precio acorde al valor de la isla porque Ibiza es un destino muy valorado.
—¿Cuánto se ha invertido en esta calidad hotelera?
—Este año el objetivo estratégico ha sido la calidad y, por ello, hemos llevado a cabo grandes inversiones económicas que han ido desde el cliente externo al cliente interno. Hemos invertido 70 millones en los últimos años y tenemos 37 millones para invertir en los próximos dos años.
—Y, actualmente, ¿cuál es la estancia media de los clientes en Vibra Hotels?
—La estancia ha disminuido. Venimos de una estancia media de 4,69 días a 4,30 días. Una reducción de 0,30.
—¿Influyen los precios?
—El sector tiene que repensar los límites. Es cierto que los productos buenos se han encarecido, esto también ocurre en el sector de la restauración. Consideramos que el precio medio aumentado por los hoteles debería también estar acompañado por la oferta complementaria, pero vigilando estas subidas. Es curioso ver dos locales juntos en la misma zona y que uno esté lleno y otro vacío. Los establecimientos tienen que tener clara la oferta.
—¿A qué segmento se dirige la cadena?
—El 60% de los clientes que tenemos van desde los 23 años hasta los 45 años y las nacionalidades que más nos reservan son la británica, la italiana y la española. Nuestro segmento es muy amplio porque tenemos hoteles muy vacacionales y familiares y otros dirigidos a un público más joven.
—¿Qué opina sobre el aumento excesivo de los precios de algunos establecimientos de la isla?
—Nosotros lo aumentamos entre un 15% y un 25 %. Creemos que es razonable trabajar con estos números; si otra empresa dobla los precios respecto al año pasado tendrá sus razones, pero hay que conocer bien el tipo de cliente que tienes antes de hacer eso. Nuestras subidas nos parecen razonables, cada uno tiene su forma de ver las cosas. Si al cliente le cobras un precio de cinco estrellas, pero luego no le das un servicio acorde al precio, estás perjudicando a la isla. Tienes que ser reconocible.
—Según las patronales, el intrusismo es una de las consecuencias de subir tanto los precios.
—El problema del intrusismo en Ibiza es un tema muy grave, pero el Consell d'Eivissa está realizando un trabajo serio, organizado y con resultados. La inspección está funcionando y las multas son importantes y los están asustando. Están haciendo un gran trabajo y tienen que seguir así.
—¿Qué diferencia a Vibra Hotels de otras cadenas hoteleras?
—Nuestra regularidad y que desde el año 2015, el 100 % de los beneficios se han reinvertido en reposicionar nuestros hoteles. Las compras se han hecho aparte poniendo más recursos. Nos hemos gastado cerca de 70 millones en reposicionar los hoteles que tenemos. El próximo será el antiguo Hotel Catalina con 120 habitaciones más que pasará a ser un alojamiento de cuatro estrellas cercano al cinco. Su apertura será en abril de 2025.
—¿Qué otros proyectos tienen a largo plazo?
—Vamos a cambiar la entrada de Mare Nostrum y ampliar en 400 plazas el de Cala Tarida. También estamos pendientes de conseguir dos licencias para levantar un alojamiento para el personal en Sant Antoni.
—¿Tienen previsto expandirse en otras islas?
—Probablemente estemos pronto en Menorca, nos gustaría estar en todas las islas, también en Formentera, pero es más difícil porque es un caso especial. Este año sí que se están resintiendo más por los altos precios.
—¿Y también se ha invertido en responsabilidad social corporativa?
—Sí, hemos invertido mucho en esta materia. Todo lo hacemos vinculado a Ibiza y nos centramos en la infancia y el deporte. También colaboramos con Cáritas, Apneef y Deixallles. Ayudamos en el proyecto ‘El Descanso del Guerrero' y ayudamos a algunos clubes de la isla como el club ciclista Sant Rafel o el club de gimnasia rítmica de la localidad, facilitándoles el uniforme.
—¿Llevan a cabo también iniciativas sostenibles?
—Tenemos Certificados de la Sostenibilidad en 30 establecimientos y seguimos trabajando con el sello Biosphere. Nuestro compromiso medioambiental es muy importante.