Aunque el Ayuntamiento de Santa Eulària fue el primero en comunicar sus restricciones ante la situación de prealerta por sequía, otros consistorios de Ibiza barajan o incluso han impulsado semanas atrás medidas similares.
En Sant Antoni, el Ayuntamiento comunicó ayer que desde hace un mes también están aplicando restricciones, especialmente a los grandes consumidores del municipio en horario nocturno. Dichas restricciones se aplican condicionadas a la disponibilidad de agua que recibe la localidad.
«Se intenta que este impacto sea el menor posible y se realiza en horario nocturno. Se está a la espera de que pase el mes de agosto, que es cuando se registra el mayor consumo anual, para restablecer después el suministro normal», explicaron desde Sant Antoni.
En sus costas, el agua de las duchas sólo se mantiene mientras las playas permanecen abiertas y además se ha regularizado mediante temporizadores el riego en espacios verdes públicos.
El Ayuntamiento portmanyí recordó además que cuenta con una eficiencia hídrica de casi el 90%, una de las más altas de Baleares. Tras ejecutar importantes inversiones, Sant Antoni destacó cómo ha logrado optimizar el transporte de agua potable hasta máximos históricos.«Con estas acciones no ha habido necesidad de implantar en el Ayuntamiento restricciones», concluyeron.
En Sant Josep, por el momento las limitaciones consisten en la prohibición de regar con agua procedente de la red pública. En Vila, desde el Consistorio explicaron que «todavía se están valorando» posibles medidas.
Playas
Cabe recordar que el pasado martes, y ante la prealerta decretada por la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern, Santa Eulària decidió implementar una serie de medidas para concienciar a la ciudadanía y reducir el consumo dentro del Plan de Prealerta municipal. En este sentido, el Consistorio optó por cerrar el agua de las duchas instaladas en las playas y restringir el uso de los lavapiés de 9.00 a 19.00 horas.
La alcaldesa Carmen Ferrer recordó ayer cómo se han dirigido a los grandes consumidores en el municipio «puesto que hay pequeñas acciones que realmente ahorran mucha agua». Por el momento, la respuesta ha sido positiva.
Sobre el agua de las duchas en las playas, Ferrer lamentó también cómo habían podido comprobar ciertos «abusos», por lo que optaron por impulsar medidas como el cierre de estas instalaciones ya que, poco a poco, se evita un gran consumo y se conciencia al mismo tiempo sobre la importancia de no malgastar un recurso tan escaso como el agua.
Entre otras acciones, desde Santa Eulària recordaron que el Servicio Municipal de Aguas ha puesto un límite de consumo diario a los grandes consumidores del municipio. Una vez rebasado, se aplica una rebaja en el caudal suministrado.