El hartazgo de los vecinos de Can Bonet y Can Tomàs por la inseguridad de los peatones se tradujo la tarde de este martes en una caminata reivindicativa que partió del parking de Es Puig que congregó a un centenar de personas. La ruta reivindicativa transitó desde el mencionado aparcamiento para llegar a Can Tomàs, atravesar el camino de s'Olivera y el de sa Vorera para llegar a Can Guillemó. Tanto el cruce de Can Guillemó como el primer paso de peatones son los puntos más conflictivos de la zona y los puntos en los que los vecinos hicieron más patente su reivindicación, cruzando uno a uno cada uno de los pasos de peatones. Situación que creó, en los minutos en los que tardó en cruzar el centenar de personas, un significante atasco en la carretera.
La evidente inseguridad de los ciudadanos de este barrio acechado por la carretera de Sant Antoni se ha cobrado ya varias víctimas de atropello. La última fue un hombre octogenario que sufrió heridas de gravedad que requirieron su ingreso en la UCI.
Y es que, tal como viene reivindicando el vecindario desde hace años, es necesario tomar medidas para garantizar la integridad de los vecinos que cruzan a diario la carretera por el semáforo del cruce con la carretera. En este sentido, los vecinos de Can Bonet y Can Tomàs se reunieron el pasado 9 de agosto con el Consell para reclamar medidas urgentes a la falta de seguridad en estos tramos. Pese a las explicaciones del responsable de Infraestructuras Viarias, Mariano Juan, («Llevamos meses trabajando en la solución de este punto negro», explicó Juan entonces) y sus propuestas de distintas soluciones, como semaforizar el paso de peatones existente con todas las medidas de seguridad para cumplir con la normativa perfectamente, mientras que otra solución más integrada y que solventa otras cuestiones es la que pasaría por desplazar el paso de cebra hacia Sant Antoni, alargando una de las aceras existentes que conectaría con una parada de autobús, los vecinos quisieron mostrar la urgencia que precisan estas soluciones respecto a su seguridad. Además, tal como explicaba la presidenta de la Asociación de Vecinos de Can Bonet, Maria José Torres, «aparte de estas soluciones que nos propusieron desde el Consell, reivindicamos que se tengan en cuenta otros puntos negros, como el camino de Can Tomàs que se utilizan como alternativa a los atascos y que también crea situaciones de peligro por las altas velocidades que se alcanzan». «También pretendemos que sirva como presión a la DGT para que, por fin, pongan un radar en esta zona, que consideramos que sería una solución», añadía Torres a la vez que lamentaba que «parece que la DGT no está muy por la labor de colaborar en este sentido». Otra de las reivindicaciones que plantean los vecinos gira entorno a «que se declare este tramo como Zona Poblado, para poder limitar la velocidad a 50 kilómetros por hora».
En este sentido, Neus Mateu, que acudió a la convocatoria en calidad de alcaldesa accidental de Sant Antoni, explicaba que «desde el Ayuntamiento ya se está trabajando para que se declare este tramo como Zona Poblado». «Una vez que tengamos esta declaración, desde el Ayuntamiento podremos instalar un radar, ya que se ha reclamado a la DGT sin obtener ninguna respuesta» añadía Mateu. Respecto a la seguridad de la zona, Mateu expresaba entonces que «se trata de una reivindicación que siempre hemos apoyado ante el Consell d'Eivissa, de la misma manera que reclamamos una acera más amplia desde Can Tomàs hasta Can Bonet y nos consta que ya están trabajando en ello».