Esta semana el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, y el presidente del PP de Ibiza, José Vicente Marí Bosó, han recibido la mejor de las noticias que podían esperar para su formación política tras las elecciones del 28 de mayo. Desde luego, no estuvo mal ganar los comicios al Consell por mayoría absoluta, ni mucho menos. Pero eso entraba dentro de lo previsto, pues se había trabajado para ello en los últimos cuatro años. Era, por así decirlo, el esperado aprobado con nota tras haber estudiado todo el curso. Algo previsible y lógico.
Tampoco estuvo nada mal que los cinco ayuntamientos de Ibiza pasasen a estar gobernados por el PP con mayoría absoluta, a excepción de Sant Josep, que requiere el apoyo externo de Vox, sin que los ultraconservadores se hayan integrado en el equipo de gobierno de Vicente Roig. Pero también aquí, por más que el resultado fuese más arrollador de lo esperado, podía intuirse el hartazgo de la ciudadanía por los gobiernos municipales de izquierdas, unas coaliciones lideradas por ineptos o presuntos corruptos, en coalición con otras diminutas fuerzas políticas cuyos representantes eran aún más incompetentes y estridentes. No hay que restarle mérito, pero cuando se juega un partido de tenis con alguien que no sabe coger la raqueta por la empuñadura, pues, la vedad, es difícil perder.
Puede pasar, claro, pero lo lógico es que uno le meta dos roscos al rival. Es lo previsible y lógico.
Pero lo que sucedió este jueves, algo absolutamente ilógico e imprevisible, fue que Josep Marí Ribas ‘Disgustinet', ratificó su intención de «seguir trabajando» como secretario general de la FSE-PSOE y como portavoz del Grupo Socialista en el Consell d'Eivissa, así como en los demás órganos internos del partido. A esto se le llama tener suerte. El PP no podía haber recibido mejor noticia. Esto seguro que tan pronto recibieron la sorpresiva noticia, descorcharon una botella de buen cava y brindaron por tan buena noticia. Yo, de ser ellos, lo habría hecho, no les quepa la menor duda.
Los socialistas ibicencos se empeñan ahora en dar una fiel imagen de sí mismos: dirigentes políticos incapaces de ganar elecciones, de rectificar en lo más mínimo, de asumir responsabilidades por su nefasta gestión y peores resultados, abonados al ‘sostenella y no enmendalla'. Más que un partido político parece una empresa familiar. Sólo así se comprende la tenacidad y la persistencia de agarrarse al cargo a pesar de haber logrado el peor resultado electoral de la historia de la FSE-PSOE en las últimas décadas. Los clanes que gobiernan el partido no pueden abandonar sus puestos, porque de ello depende, en gran medida, su bienestar económico.
2 VIVIENDA
Cuesta creer que el responsable máximo de la debacle del socialismo ibicenco y de la catastrófica problemática del acceso a la vivienda en toda Baleares, Josep Marí Ribas, cuyo delfín en Sant Josep fue detenido por corrupción urbanística hace unos pocos meses, se atreva a criticar las medidas que en breve piensa aprobar el Govern de Marga Prohens, consensuadas con asociaciones y colegios profesionales del sector de la construcción y de la vivienda, para resolver el problema más grave al que se enfrenta la sociedad balear. Él, que siendo conseller de Vivienda del Govern de Francina Armengol, nos ha conducido al precipicio en el que estamos.
Igual que Pilar Costa, que se atreve a hablar de corrupción teniendo a su hermano Josep; al exalcalde y líder de la oposición en el Ajuntament d'Eivissa, Rafa Ruiz; y al exalcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, imputados e investigados por la Justicia. ¡Hace falta tener cuajo! Pero ojo, que este desparpajo, teniendo tantos muertos en el armario, algún día le pasará factura, forzosamente. Es cuestión de tiempo.
Pero dejemos al margen las malas noticias. Lo que ahora procede es felicitar al PP por la fantástica noticia de que el PSOE ibicenco haya decidido hacerse hara kiri y suicidarse antes que aceptar la rendición, manteniendo al mando a Josep Marí ‘Disgustinet', un político tan nefasto como indican sus resultados electorales, gracias quien el PP podrá disfrutar de muchos años en el poder. ¡Ni en sus mejores sueños!