El Ayuntamiento de Vila ha presentado las cinco nuevas furgonetas 100% eléctricas que se añadirán a la flota de vehículos de Aqualia, la empresa concesionaria del servicio municipal de aguas, este martes por la mañana. Los vehículos, a los que hay que sumar una motocicleta eléctrica y un furgón hidrolimpiadora, se han aparcado en el bulevar Abel Matutes a modo de abanico al tiempo que Rafa Triguero, alcalde de Vila, y David Bernaus, jefe de servicio de Aqualia en la isla, daban sus declaraciones.
«Venimos a explicar el firme compromiso que tenemos en el nuevo gobierno municipal de hacer una flota más eficaz, más eficiente y, lo principal, más sostenible», daba la bienvenida Triguero, al lado de Jordi Grivé, cuarto teniente de alcalde en el área de Embellecimiento y Transición Energética y concejal de Medio Ambiente, Limpieza y Edificios. Según explicó el alcalde, la renovación de la flota de Aqualia conllevará que todos los vehículos pasen a ser eléctricos. A estas cinco nuevas furgonetas hay que añadirle una a la que le falta únicamente la rotulación y otras cuatro que se incorporarán en las próximas semanas.
Bernaus, por su parte, quiso recalcar el «compromiso de la empresa» con rebajar la huella de carbono en sus labores. El reemplazo de la flota por vehículos eléctricos es «el primer paso». En una de las instalaciones de Aqualia se han tenido que instalar un total de ocho cargadores eléctricos, cuya colocación «se retrasó un poco». «Los vehículos que teníamos hasta ahora eran de alquiler. A medida que iban acabando los renting, ya todo es en propiedad», aclaró el jefe de servicio de Aqualia.
Limpieza en el casco antiguo
Además, se dotará de nuevos servicios como la hidrolimpiadora. «Permitirá que las tareas preventivas ante temporales y lluvias se puedan seguir desarrollando para evitar que el centro de la ciudad se convierta en un gran charco», explicó Triguero. Para Bernaus, la hidrolimpiadora, instalada en un furgón un poco más grande que los demás y dependiente del combustible fósil al utilizar mucha energía, cumple funciones esenciales ante la realidad de Vila. «En la ciudad tenemos un camión de alcantarillado. Lo que pasa es que en muchas calles como el núcleo histórico y Dalt Vila, un camión grande tiene mucha dificultad para limpiar imbornales», destacó.
El nuevo vehículo vendría a solucionar la mayoría de esos problemas, además de a moverse mejor entre el tráfico. Su potencia es la «adecuada» para llevar a cabo el mantenimiento del alcantarillado y su tamaño le permite llegar a zonas inaccesibles para el camión. La hidrolimpiadora cuenta con una manguera de alta presión, llamada «gusano», y su función se basa esencialmente en la limpieza de imbornales y acometidas. «Lo que no tiene», añadió Bernaus, «es el aspirador, y esa función la tendrá que hacer el camión grande».
El jefe de servicios de Aqualia en Ibiza insistió en que la hidrolimpiadora supone un avance en materias de mantenimiento en Vila debido a sus estrechas calles y lugares de difícil acceso. «En Dalt Vila, el paseo de ses Figueretes… Cada vez más las ciudades se están peatonalizando y los vehículos pesados tienen mayor dificultad para hacer el mantenimiento del alcantarillado», indicó. Asimismo, Bernaus afirmó que este nuevo vehículo tiene funciones para poder realizar el 80% de las labores de limpieza.
Triguero reforzó el compromiso de su equipo de gobierno con la transición energética: «Seguimos trabajando para cumplir con ese objetivo final de que todos los vehículos de la flota municipal y de las contratas pasen a ser más eficientes, con cero emisiones o eléctricos». Esto conllevaría el reemplazo de los automóviles de servicios como la limpieza de calles por unos eléctricos que, como indicaba Grivé mientras las furgonetas se colocaban para la foto, «no se oyen».
A destacar queda que los cinco vehículos disponibles han sido rotulados en español, no en catalán, en lo que parece haber sido un descuido del que no se habían dado cuenta las autoridades. «Las nuevas furgonetas que lleguen las pondremos en catalán», comunicaba Bernaus en esa misma lengua, quien recordó que «aquí somos todos bilingües».