El productor de aceite y propietario de una almazara, Joan Prats Benet, confirmó esta semana que, en general, este año la calidad de la oliva ibicenca «es buena y hay bastante a diferencia del pasado año, que fue muy escasa». Por tanto, la producción de aceite será más abundante que en 2022 y de una excelente calidad.
En su conocido trull en el municipio de Sant Josep, este empresario comenzó hace casi una semana a molturar la oliva ibicenca en una jornada que «fue muy bien», según él mismo reconoció a este rotativo. De hecho, en un solo día trituró más de 8.600 kilos de aceituna pertenecientes a más de 20 productores de la isla. Benet recordó que, en su caso, no comenzará a elaborar su propio aceite hasta la próxima semana, aguardando así el momento idóneo para llevar a cabo este proceso. «Comenzamos el pasado sábado 7 de octubre a las 08.00 horas y sobre las 21.00 horas ya habíamos acabado», insistió.
Según puntualizó, no cualquier productor de la isla puede hacer uso de esta almazara de Ibiza sino que debe estar inscrito en el censo creado por el Govern balear en 2019. El objetivo es poder controlar el producto y que éste sea elaborado con oliva de Ibiza, cumpliendo así todos los requisitos exigidos para mantener la denominación geográfica protegida.
Si durante la semana su trull quedará reservado a los grandes productores, este viernes se utilizará para triturar la aceituna de quienes no cosechan tanta oliva, aunque también quieren elaborar su aceite.
Fue en 2019 cuando se presentó la denominación Oli d'Eivissa/Aceite de Ibiza, reservada exclusivamente para los aceites de oliva virgen extra elaborados al 100% en la isla con las variedades arbequina, picual y koroneiki, solas o en combinación, y que en conjunto representen al menos el 90% del producto. El 10% restante puede provenir de otras variedades inscritas en el registro de variedades comerciales.
La Comisión Europea publicó en octubre de 2020 la inscripción definitiva de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Oli d'Eivissa/Aceite de Ibiza en el registro comunitario de las IGP, terminando así el proceso de inscripción de este alimento en el registro comunitario.
Entre otras condiciones, el aceite de oliva de la IGP se tiene que comercializar en botellas de vidrio oscuro, metal revestido u otro envase que no permita la incidencia de la luz. La capacidad de los envases no puede ser superior a cinco litros.
El rendimiento máximo de los aceites destinados a la Indicación Geográfica Protegida Oli d'Eivissa/Aceite de Ibiza no puede superar los 17 litros de aceite por 100 kilos de oliva. Tampoco se permite la mezcla de aceites de diferentes añadas con el fin de mantener la frescura y las singularidades del producto.
En 2022, cabe recordar que la calidad del aceite fue muy alta, aunque las extremas e inusuales condiciones meteorológicas registradas durante el verano provocaron una importante reducción de las cosechas, en algunos casos de hasta el 50%.