La calle Felipe II alberga en sus 300 metros entre Ignacio Wallis y el Puerto, distintos tipos de comercio local, así como la sedes más sociales o públicas como la de Cáritas Ibiza o el espacio cultural de Can Ventosa.
Una calle de barrio, con viviendas de vecinos residentes durante todo el año, que ve en sus esquinas con las calles Josep Maria Quadrado, Gaspar Puig y Pere Francés sus puntos comerciales más populares.
William lleva trabajando en su peluquería especializada en extensiones desde 2015 y considera que «en los últimos años la calle está creciendo mucho en cuanto a comercios que están abriendo, si la comparas con las calles paralelas, los empresarios están apostando mucho más por esta». «Aunque se limpia, cada día veo a la barrendera retirar todo lo que está tirado por el suelo, la verdad es que no se consigue que deje de apestar», se queja el peluquero que reclama que «deberían limpiar a fondo con la manguera más a menudo». «Es una calle muy transitada por gente muy distinta, sin embargo nunca he llegado a saber de ningún atraco ni de ningún robo», asegura William que aún así reclama «que se ilumine mejor la calle, está muy mal iluminada».
Muriel transita esta calle con asiduidad «para ir al gestor y al mejor local de música en directo de la isla, que está aquí al lado». Muriel confirma el argumento de William respecto a la limpieza de la calle, «no está limpia, pero tampoco está sucia». Muriel se refiere a que «no ves porquería ni cosas tiradas por el suelo, aún así el suelo está muy sucio». «Me encanta esta calle: es muy céntrica y hay muchos negocios cercanos, lugares en los que desayunar, donde comprar comida para llevar o el pan para el medio día», reconoce Muriel.
Como Muriel, Mónica y Érica también visitan esta calle de manera habitual desde Cala de Bou. Ambas confirman la visión respecto a la limpieza, «está sucia», resume Mónica. Al contrario que William, Mónica considera que «se ven muchas persianas cerradas, se debería fomentar un poco más el comercio en esta zona». Por su parte Erika añade que «las partes más activas son los cruces con las otras calles, esta es la calle de las esquinas, los otros tramos están muy muertos».
Toni lleva 25 años en esta calle en su imprenta y comparte opinión con las vecinas de Cala de Bou, «en esta tramo apenas hay comercios, casi todo son almacenes». En cuanto a la limpieza, Toni opina que «está tan sucia como las demás, se ve que todavía no han venido por aquí para hacer esa limpieza extraordinaria que estaban haciendo». «Además nos han talado los árboles que teníamos en la esquina (con Pedro Francés)», denuncia.
Uno de los avances que Toni ha visto desde su imprenta a lo largo de los años es que «ya no se inunda cuando caen cuatro gotas como sucedía antes».
Junto a la imprenta de Toni hay un negocio de limpieza de coches en el que trabaja Marcos desde hace un año. «Es normal que no esté siempre limpio», opina el trabajador que le da «un siete sobre diez en cuanto a limpieza». «Hay mucho movimiento, sobre todo en verano, y hay mucha vida de barrio entre vecinos» explica Marcos mientras considera que «no acaba de ser del todo segura, alguna vez nos hemos despistado y nos ha desaparecido alguna cosa».