El Ayuntamiento de Ibiza entregó durante las dos últimas legislaturas, bajo los gobiernos del socialista Rafa Ruiz, cerca de 300 autorizaciones para que sus beneficiarios pudieran aparcar gratis en las zonas azules de la ciudad. Multiplicaba así por tres el máximo de 100 permisos que contempla la ordenanza municipal que regula este tipo de estacionamiento en la capital ibicenca. Una situación que ha llevado al nuevo Gobierno de Vila, presidido por el popular Rafa Triguero, a anular todos los permisos y otorgar únicamente los que estén debidamente justificados, según ha podido saber Periódico de Ibiza y Formentera. Entre los beneficiarios de estas tarjetas se encontraban algunos cargos de confianza del anterior equipo de Gobierno.
Vila cuenta con 3.030 plazas de aparcamiento en zona azul. Son estacionamientos gestionados por la concesionaria EYSA. Ahora se ha descubierto que casi un 10% de estas plazas estaban siendo utilizadas sin pagar la tasa correspondiente por personas autorizadas por el Consistorio sin ninguna explicación que lo justifique. Según señala el artículo 4.2 de la ordenanza municipal, «el número total de tarjetas especiales concedidas a los servicios vinculados al Ayuntamiento no podrá en ningún caso superar las 100 unidades». Además, en el mismo artículo se indica que solo podrán aparcar gratis en estos estacionamientos ambulancias y médicos en visita de urgencia, vehículos de minusválidos debidamente identificados, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local, Bomberos y estos servicios relacionados con el Consistorio. Para los últimos es que se consigna un máximo de 100 tarjetas que, sin embargo, fue elevado hasta las 300 por parte de los gobiernos de Ruiz.
El alcalde, Rafa Triguero, ha explicado en declaraciones a este periódico que en estos momentos el Consistorio está «poniendo orden en muchas facetas municipales donde había descontrol o falta de criterio». «En las autorizaciones para estacionar sin coste en la zona azul», ha añadido, «nos hemos encontrado con un listado de cerca de 300 vehículos autorizados, cuando la ordenanza marca un máximo de 100, muchos de ellos sin justificación». Por ello, Triguero ha tomado la decisión de «anular todas esas autorizaciones» con el fin de «rehacer todo el proceso para cumplir con la norma y, sobre todo, poner orden y que las autorizaciones estén debidamente justificadas».
El primer edil ha señalado que ninguno de los miembros de la Corporación municipal podrá tener una de estas tarjetas, aunque sí ha indicado que «puede que se le autorice a algún cargo si está debidamente justificado, aunque serán casos muy excepcionales». Triguero ha afirmado también que el Consistorio tiene la intención de que estas autorizaciones sea menos que las permitidas por la ordenanza municipal.
«Tenemos un problema de aparcamiento en la ciudad», ha concluido el primer edil, «y el propio Ayuntamiento estaba bloqueando casi 300 plazas en zona azul de vehículos que no rotaban. Ahora no solo vamos a reordenar por una cuestión ética sino porque también lograremos añadir plazas disponibles y, por tanto, se favorecerán la rotación y la movilidad».