Las obras de remodelación integral del hotel Recó des Sol, en la zona de sa Punta des Molí, dentro del municipio de Sant Antoni de Portmany, han provocado un vertido de agua constante y de intenso caudal en la playa de s'Arenal, que de momento ya ha secado los pozos de varias casas situadas en las inmediaciones, según denuncian desde la plataforma Salvem sa Badia este viernes.
Los vecinos, que se han puesto en contacto con Salvem sa Badia para denunciar estos hechos, se temen un incremento dramático en los niveles de salinización del agua subterránea que emplean en sus hogares y califican lo que está sucediendo de «atentado ecológico», al tiempo que lamentan que las administraciones hayan dejado correr el agua durante un mes «y no hayan hecho nada para evitarlo».
Al parecer, los trabajos que se realizan en este complejo turístico han producido una perforación del nivel freático y el agua ha acabado inundando las obras, teniéndose que instalar una importante infraestructura de bombas y tuberías que extraen el agua de la parte subterránea y la derivan a la red municipal de pluviales, que a su vez la vierte al mar en la playa de s'Arenal, a la altura del beach club Bam-bu-ku.
Cualquier persona que camina junto a esta reforma por las calles des Molí o Vedrà puede escuchar cómo el agua corre a través de las tuberías con tanto ruido como si fuera un río y lo mismo sucede en el mencionado punto del paseo marítimo, donde el agua fluye con gran presión hasta el mar. Salvem sa Badia de Portmany tiene constancia de dicho vertido desde el 30 de noviembre, gracias al aviso de varios ciudadanos y vecinos afectados. A partir de entonces, la asociación se puso en contacto con el Ayuntamiento de Sant Antoni, que en un primer momento no aclaró si dicho vertido contaba con los pertinentes permisos.
La siguiente noticia al respecto se produjo el 20 de diciembre, cuando el consistorio publicó una resolución autorizando a Recó des Sol 2016 S.L. a «verter agua filtrada del nivel freático en la red de pluviales del Ayuntamiento». Esta administración basaba su decisión en un informe de la concesionaria FACSA, donde se afirma que la red de pluviales es capaz de transportar el caudal solicitado. Sin embargo, plantea los siguientes condicionantes: una autorización de Costas para el vertido, la propia autorización municipal, el cumplimiento de la legislación vigente en cuanto a calidad de las aguas de baño y afectación en el medio receptor, la realización del vertido en el menor periodo de tiempo posible para evitar daños en la red (está diseñada para evacuar caudales de agua por gravedad y no bombeados, como es el caso) y la limitación de su uso frente a episodios de lluvia para que la red recupere su uso normal de evacuación y así evitar la inundación de inmuebles en la zona.
Algunos vecinos han explicado a Salvem sa Badia que antaño la zona donde se sitúa este complejo turístico estaba llena de cultivos de regadío, que se nutrían de agua con la antigua sénia (noria) de s'Hort d'en Taraguet. En la zona había otras norias y se disfrutaba de un agua de excelente calidad. En la propia playa de es Pouet existe el pozo que le da nombre y que antiguamente proporcionaba agua dulce a las embarcaciones y al vecindario, y hasta dentro del agua brotaban manantiales.
En los últimos años, los vecinos del apartahotel Recó des Sol habían visto cómo el agua de sus pozos experimentaba un incremento en su salinidad, aunque aún la podían aprovechar para los jardines, piscinas, limpieza, etcétera. Otros residentes muy cercanos aún obtienen agua totalmente dulce de sus vetas. Todos ellos temen que un vertido de tanto caudal y prolongado en el tiempo acabe derivando en la completa salinización de todas las aguas subterráneas de la zona, ya que cuando se extrae el agua dulce en tal cantidad la salada acaba ocupando su lugar en el acuífero.
Fuentes del Govern balear, además, han explicado a Salvem sa Badia de Portmany que para una actuación de estas características se requiere un estudio hidrogeológico, que se desconoce si los promotores han realizado. Tampoco se tiene constancia de que se cumplan todos los condicionantes exigidos por el Ayuntamiento, como por ejemplo la autorización de Costas.
Se da la paradoja de que este complejo turístico, según se difundió el pasado mes de marzo, ha recibido una ayuda del Gobierno estatal de 4,3 millones de euros para su reforma y modernización. Este establecimiento tenía una categoría de tres estrellas y tiene previsto incrementarlas tras el actual proceso de rehabilitación integral, que cuenta con una inversión superior a los 24 millones de euros.