«Va de copiloto». Los agentes de la Policía Nacional que este pasado martes detuvieron al cerebro de uno de los mayores robos de la historia de los Países Bajos tenían muy claro quién era su objetivo.
Tras varios kilómetros de seguimiento, los agentes dieron el alto al vehículo, en el que el sospechoso viajaba como copiloto, cortando el paso al mismo con tres vehículos y procedieron a su arresto. Los agentes bajaron de su vehículo al grito de «¡Alto, policía!» y procedieron al momento a la detención del sospechoso. Tras cachearlo y comprobar que no portaba armas u otros objetos peligrosos sobre él la Policía procedió a meter al sospechoso en el vehículo policial.
Las impactantes imágenes de la detención de Errol H.V. hacen justicia a los años de investigación de los diferentes cuerpos policiales, nacionales e internacionales, que, desde que se ejecutó el robo en 2005, han dado por fin sus frutos.