La veta de agua ubicada bajo el aparcamiento de la calle Bisbe González Abarca de la ciudad Ibiza será empleada por el Consistorio para el baldeo de las calles y el riego de las zonas verdes de la ciudad. Así lo explicó el concejal de Medio Ambiente, Jordi Grivé, quien, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, ha explicado que esta veta fue descubierta hace más de 40 años y que, desde entonces, ha estado vertiendo unas 200 toneladas de agua diarias al alcantarillado de Vila.
«Es agua limpia y buena que lleva desperdiciándose cuatro décadas», ha lamentado el edil. Este agua, sin embargo, no puede ser utilizada para consumo humano porque, según ha señalado Grivé, «es complicado sanitariamente y habría que subirla al depósito que está en Puig Negre». De ahí que haya decidido que pueda ser empleada para el baldeo y el riego en un momento en el que, además, Vila tiene la obligación de fomentar el ahorro en el consumo de agua para poder desarrollar el Plan General de Ordenación Urbana. «Es un puntazo porque vamos a lograr ahorrar 200 metros cúbicos de agua a diario», ha subrayado Jordi Grivé, «hay que tener en cuenta que el agua desalada es muy cara y es la que se está empleando ahora para baldeos y riegos. Producir un metro cúbico de agua desalada te cuesta, por ejemplo, un euro y medio mientras que un metro cúbico del agua de esta veta nos costará cinco céntimos».
Grivé ha explicado que el área municipal que dirige está ya preparando el proyecto para utilización de este agua, «que ahora va a la depuradora». En 2009, según ha señalado, el Ayuntamiento de Eivissa «intentó hacer algo pero quedó en nada». Por su anterior profesión, Grivé conocía la existencia de esta veta de agua, por lo que, en cuanto tomó posesión del cargo, fue a visitar este espacio, en el que ahora hay ubicada una única bomba, para ver cómo podía poner en marcha el proyecto que ya tenía en mente. «Ahora tenemos este proyecto», ha añadido, «para que sea un punto de recarga para el baldeo de las calles de la ciudad. Además, desde aquí partirá una red de riego que permitirá regar las zonas ajardinadas del bulevar Abel Matutes, la zona verde que hay al final de la avenida Isidor Macabich y el parque de la Paz». «Con este agua», ha insistido el edil, «vamos a regar y baldear la ciudad y esto significa que vamos a dejar de baldear con agua desalada, que es una auténtica locura por lo que vale».
El proyecto, ha concluido el responsable de Embellecimiento y Limpieza del Ayuntamiento de Eivissa, estará listo antes del próximo verano.