Conmocionados, asustados y con mantas por encima del cuerpo. Así se encontraban este domingo por la mañana los vecinos del bloque B de los apartamentos Don Pepe, en el término municipal de Sant Josep, tras ser desalojados por el incendio ocurrido antes de las 10.00 horas que afectó a dos viviendas de planta baja en la escalera 7. En total, según el alcalde del municipio, Vicent Roig, los servicios médicos atendieron a cinco personas que se encontraban dentro de sus viviendas durante el desarrollo del fuego. «Tres personas han sido asistidas por inhalación de humo y dos por sufrir ataques de ansiedad», explicó el primer edil, mientras la compañía suministradora, Endesa, intentaba arreglar el cableado eléctrico de la fachada que se vio afectado durante el incendio.
En este sentido, Roig explicó que al llegar a los apartamentos Don Pepe, los técnicos tuvieron que cortar parte del suministro de luz de la zona para iniciar la reparación del cable quemado: «Están trabajando intensamente para que los vecinos puedan tener luz una vez hayan sido realojados. Esperamos que este suministro se pueda restituir por la tarde», apuntó, sin anunciar oficialmente el origen del fuego, aunque la investigación apunta a un incendio de naturaleza eléctrica. Falta conocer si se ha producido en el cableado de la fachada o en el interior de la vivienda calcinada.
Entre estos residentes, la persona más damnificada fue el propietario de la vivienda que quedó totalmente quemada durante el suceso. Se trata de un hombre de más de 40 años que, según la presidenta de la comunidad de vecinos Sorina, llevaba viviendo toda la vida en este bloque. «Se ha quedado sin nada. Ha salido de su casa en calcetines, sin teléfono y sin papeles», lamentó esta mujer durante el realojo continuado de los vecinos una vez los bomberos habían terminado de refrescar ambas fachadas, ya que el fuego afectó a todo el inmueble. Esto supuso que los bomberos tuvieran que abrir dos frentes de extinción. Además, algunos vecinos de las plantas superiores quedaron atrapados debido a la gran cantidad de humo, incluso tres de ellos y un perro tuvieron que ser evacuados por los bomberos con la ayuda de un vehículo autoescalera.
En este sentido, Vicent Roig señaló que las primeras escaleras en ser realojadas fueron la 9 y la 10. «Ahora mismo están en sus casas cuatro de las cinco escaleras. Estamos viendo si las últimas plantas de la escalera 7, lugar donde se originó el fuego, se pueden reubicar», adelantó el primer edil a los medios de comunicación. A los pocos minutos, todas las viviendas, menos la casa que quedó calcinada, fueron realojadas. Sin embargo, fuentes municipales señalaron a Periódico de Ibiza y Formentera que los servicios sociales municipales habilitaron ayer inmuebles en los apartamentos Bon Sol para todos aquellos vecinos que necesitaran estos espacios de forma temporal, especialmente para el propietario más damnificado por el incendio.
«Drama humano»
Asimismo, Roig lamentó el «drama humano» que acompaña a estos vecinos, resaltando que hace años tuvo lugar otro suceso similar en estos apartamentos: «Los vecinos de los Don Pepe llevan tiempo sufriendo porque les llueve sobre mojado. Tenemos que pensar en las personas afectadas y respetar su intimidad», señaló el alcalde ante la llegada de los medios de comunicación. Por su parte, la presidenta del bloque B destacó que, por lo menos, no hubo que lamentar daños personales ni heridos.
«Ahora tenemos que seguir con nuestra vida tras este duro golpe», apuntó mientras el operativo apuntalaba el balcón quemado y atendía a los vecinos que todavía no habían accedido a sus casas. En este sentido, según fuentes municipales, el operativo desplazado contó con tres dotaciones de bomberos, cinco efectivos de la Policía Local de Sant Josep, agentes de la Guardia Civil, que ayudaron en la organización del despliegue, el 061 y efectivos de Protección Civil, que estuvieron ofreciendo agua y comida a los afectados.