La delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Sant Antoni organizó este miércoles una charla bajo el nombre Educación emocional y conductas disruptivas de la mano de Ana Magallanes Camón, coeducadora en Igualdad de Género. Básicamente, se basa en dar respuesta a las demandas que tienen las familias.
Fue una charla para aportar a las familias y al profesorado herramientas para poder trabajar con el alumnado comportamientos de violencia o situaciones mal gestionadas como el tema de las adicciones a los videojuegos o a las redes sociales que «muchas veces no es demasiado beneficioso y que después les genera muchos conflictos en la familia», afirmó Magallanes a Periódico de Ibiza y Formentera.
Se trata de dar respuesta de la forma más completa y breve posible a las demandas que más presentan las familias, como la desmotivación de los menores, la comunicación con ellos o su sentido de la responsabilidad. Incluso se trataron situaciones más «bestias» como casos de bullying o acoso sexual.
Ana Magallanes Camón es coeducadora. En el primer trimestre de este curso ya estuvo trabajando en Prevención de violencia machista en los centros educativos de secundaria de Sant Antoni, y ahora están trabajando en la campaña de Coeducación, que es «trabajar en igualdad y eliminar situaciones de violencia y favorecer el buen trato», detalló Magallanes.
Ana Magallanes Camón también es experta en igualdad de género. Lleva más de 10 años trabajando la coeducación con igualdad, haciendo intervención con menores que tienen conductas de malos tratos y dirsuptivos, también en familias, haciendo intervención familiar y terapia individual. «Mi trabajo va vinculado en buscar la solución en buscar la solución de cual tiene que ser la prevención de la violencia machista, hay que eliminar el sexismo o sea las situaciones de desigualdad, pero también hay que dar herrramientas y estrategias a los menores para que aprendan a comportarse bien», según detalló.
En cuanto al uso y consumo de redes sociales, la retroalimentación de ideas que son falsas les llega a los niños y jóvenes. Las redes sociales y el acceso a internet «hace que desde edades muy tempranas normalicen el sexismo, la violencia y el machismo, que son ingredientes claves para después tener estos sistemas de violencia», según detalló.
Esto se fomenta desde influencers, la música, el cine, hasta videojuegos como el GTA que se juega desde los ocho años en el que pueden asesinar a una prostituta y recuperar el dinero que han invertido. Otro ejemplo es que esa misma edad se normaliza el consumo del porno en el 25% de los menores, «estamos en una sociedad de consumo donde hay más formación pero también más información», según concluyó.