El PSOE de Santa Eulària ha acusado al Ayuntamiento de la localidad de mentir sobre un vertido de aguas fecales en un torrente de Jesús y ha exigido medidas para localizar la procedencia del mismo, que afecta al cruce entre el torrente de sa Llavanera y el camino de s'Horta.
En un comunicado, los socialistas han recordado que, durante un pleno, la concejala de Medio Ambiente, Mónica Madrid, aseguró que se habían hecho pruebas y que el agua estaba limpia.
Desde el PSOE reclamaron después, a través de un escrito, conocer los resultados de las pruebas realizadas, aunque el equipo de gobierno «sigue sin dar ninguna respuesta», según han indicado desde la formación.
También han censurado que los vertidos siguen acumulándose en el torrente, por lo que decidieron coger una muestra de agua y llevarla a un centro de análisis para comprobar si estaba contaminada.
Finalmente, el análisis practicado ha demostrado que se trata de aguas fecales que suponen un riesgo sanitario para la población.
Por ello, el PSOE ha exigido al Ayuntamiento que adopte medidas «inmediatas» para frenar el vertido y que inicie las acciones necesarias para depurar responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes, incluyendo una denuncia ante el Govern.
En referencia a las afirmaciones del PSOE sobre el Torrent de sa Llavanera en las inmediaciones de Jesús, el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu niega que se haya mentido en ninguna ocasión al facilitar información. La contestación que se brindó en el turno de preguntas orales de enero -que se responde con la información que se recuerda en ese momento sin que se pueda tener un informe en la mano- es que las inspecciones, análisis y revisiones que se habían hecho apuntaban a que el agua viniese de la depuradora o que fuese únicamente de pluviales puesto que los análisis realizados hasta el momento habían dado como resultado que era agua limpia. Es decir, no se trata de un vertido continuado desde hace meses, sino que se trata de situaciones puntuales diferentes. Por cuestiones obvias, no se puede contestar sobre hechos que todavía no habían ocurrido y sólo se facilitó información respecto a lo ya acontecido.
En cuanto al vertido más reciente, se tuvo conocimiento de él la semana pasada, tras lo cual se tomaron muestras para un análisis y se pasaron cámaras robotizadas por la conducción para tratar de descubrir el posible origen del vertido, si bien al no estar produciéndose en ese momento sólo se pudo descartar que hubiese grietas o filtraciones en la tubería que lo permitiesen. Este hecho, junto con los valores de la conductividad de las aguas (la analítica municipal daba un resultado de 700 unidades cuando el agua de las redes municipales suele estar en torno a las 1.500) hace pensar que es un vertido proveniente de un privado y no de la red propia. En este sentido, al no estarse produciendo el vertido en el momento de las revisiones no se puede determinar su origen.
Desde el Consistorio aseguran que actúan de forma inmediata cuando tiene conocimiento de estos problemas. Así, también en sa Llavanera, el año pasado se recibió el aviso y se comprobó que había un vertido de agua jabonosa, siendo rastreado su origen hasta una empresa cuya evacuación de aguas se filtraba en una red de pluviales, obligando a la subsanación de esta deficiencia.