El delicado estado de las praderas de Posidonia oceánica de la isla de Ibiza se ha puesto de relieve de nuevo este viernes con la publicación de más datos preocupantes sobre esta planta marina, esta vez en Cala Vedella donde, según advierten las asociaciones ecologistas GEN-GOB e IbizaPreservation, «sigue habiendo puntos en los cuales hasta un 55 % de la pradera está muerta y no muestra señales de recuperarse». Estos son algunos datos recogidos por el Área Marina del GEN-GOB, entidad que desde 2019 estudia el estado tanto de esta bahía como de la de Talamanca de forma anual. Los resultados de Talamanca -más de un 50 % de la pradera muerta- se dieron a conocer el pasado mes de febrero, y ahora se hacen públicos los de Cala Vedella que, según indican, «no son menos alarmantes».
Según explica Xisco Sobrado, coordinador del Área Marina del GEN-GOB, «los resultados de 2023 indican que tanto Talamanca como Cala Vedella se encuentran en una situación ambiental delicada debido a la multitud de usos y presiones que se ciernen sobre ella. En su parte sumergida, uno de los mayores agentes de degradación es el fondeo de embarcaciones junto con la pérdida de calidad de las aguas durante la temporada estival».
Precisamente en Cala Vedella, concretamente en la estación situada a 14 metros de profundidad, el GEN-GOB ha identificado que aproximadamente el 40 % de la pradera está degradada. «Este dato sigue la tendencia de los resultados obtenidos en los años anteriores y confirma que la capacidad de regeneración natural de la pradera no es suficiente para compensar las pérdidas por presiones antrópicas», manifiesta Sobrado.
El estudio ha sido apoyado desde 2022 por la fundación ambiental IbizaPreservation, desde donde su directora, Inma Saranova recalca la necesidad de tomar medidas urgentes: «Que los impactos ambientales que sufre la pradera de Posidonia incapaciten sus posibilidades de recuperación es extremadamente preocupante. La temporada turística está a la vuelta de la esquina y es imprescindible que estos impactos antrópicos sean controlados».
En ese sentido, el trabajo de seguimiento de las praderas ha arrancado esta misma semana y se desarrollará durante el mes de abril. «Este trabajo está centrado en determinar la cobertura, densidad y el estado de conservación de la posidonia en las ocho estaciones de seguimiento que tenemos ubicadas en las zonas de estudio», explica Xisco Sobrado.
El estudio se realiza en colaboración con los ayuntamientos de Ibiza y de Sant Josep de sa Talaia, además de la Xarxa Posidonia del Govern Balear.
Este año como novedad, y con financiación adicional por parte de IbizaPreservation, se medirá mediante sensores la temperatura del mar en Talamanca. "Es crucial comprender el impacto del cambio climático y el aumento de las temperaturas del mar para monitorear adecuadamente el estado de la pradera de Posidonia ya que sabemos que estos factores influyen directamente en su salud y capacidad de regeneración pero desconocemos hasta qué punto afectan en Ibiza. Sin un conocimiento profundo de estos efectos, no podemos implementar medidas efectivas de conservación y restauración para proteger este importante ecosistema marino", reconoce Inma Saranova.
Desde IbizaPreservation este año cuentan con fondos de Hoss Intropia para financiar parte de su trabajo.