Como todos los 14 de abril, José Torres depositó una rosa en el Cementiri Vell de Ibiza en recuerdo de su abuelo, también llamado José Torres y que fue fusilado «no por política, sino porque fue testigo de un juicio durante la República. Fue una víctima más». «En mi familia no se hablaba mucho del tema», reconoció. Organizado por el Fòrum per la Memòria d´Eivissa i Formentera, un acto «íntimo» sirvió ayer para recordar a los represaliados durante el franquismo y para reivindicar la República como forma de gobierno democrático. Los asistentes leyeron algunos poemas y depositaron un ramo de claveles amarillos, morados y rojos, los colores de la bandera republicana.
Desde el Fòrum recordaron que desde hace un tiempo disponen en este camposanto de un memorial donde pueden leerse los nombres de ciudadanos «de ambos bandos» que perdieron la vida injustamente. «Aquí leemos los nombres de muchas personas que no eran de izquierdas ni militaban en ningún partido de izquierdas. Es más, seguramente, eran conservadoras, pero no estaban reconocidas como tal. Algunas fallecieron en el bombardeo de la Marina por parte de la aviación italiana y, al ser fuego ‘amigo', no fueron reconocidas como víctimas, pero nosotros los hemos puesto aquí». Este año, el acto incluyó la lectura de un manifiesto compartido con el resto de las islas para criticar al Govern que, a instancias de Vox, derogará la Ley de Memoria Histórica de Baleares, «necesaria para reparar el daño ocasionado a los familiares de las víctimas y honrarlas. En todos los países democráticos en los que se ha vivido un episodio traumático como la Guerra Civil, esta ley es necesaria. Derogarla es como volver al olvido», consideraron desde el Fòrum.