El presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, y el conseller de Empresa y Ocupación, Alejandro Sáenz de San Pedro, visitaron este miércoles la nave de la empresa Citubo, en la carretera del aeropuerto de Ibiza, que quedó este martes totalmente calcinada por un incendio.
Marí y Sáenz de San Pedro estuvieron acompañados del alcalde de Sant Josep, Vicent Roig, y tuvieron la oportunidad de hablar con la propiedad de la empresa y los trabajadores, a quien se les trasladó todo el apoyo institucional ante esta tragedia.
Vicent Marí explicó que «lo primero que hemos de destacar es que se trata de una buena noticia no haber de lamentar ningún daño personal». Asimismo, el presidente del Consell afirmó que «las instituciones local, insular y autonómica nos hemos puesto a disposición de los empresarios afectados» y lamentó que el incendio afecte «a 42 familias que se han quedado sin trabajo y a una nave de 5.000 metros cuadrados que ha quedado devastada».
En este sentido, Marí destacó la necesidad «de agilizar y facilitar la reconstrucción» con tal de recuperar «la vida normal de esta empresa».
También estuvieron presentes en la visita Vicent Roig, alcalde de Sant Josep; el presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, y el conseller insular de Gestión Económica, Salva Losa.
El propio presidente del Consell d'Eivissa publicó este martes por la noche un mensaje de agradecimiento a los Bomberos de Ibiza por la rápida actuación para contener el fuego de la nave industrial, sumándose así a otros políticos y cargos ibicencos.
Cabe recordar que el incendio comenzó a las 13.00 horas del martes y calcinó tanto el almacén como la parte dedicada a la venta al público de esta tienda de material del hogar, ferretería, pintura, herramientas, jardín, menaje, decoración y electrodomésticos, entre otros productos.
Y todos los rojelios de Baleares, o aunque sea solo uno y trabajando solo un mes ya ha ingresado más a las arcas públicas del estado que el líder de vox, que no ha pegado un palo al agua en su vida, a no ser que cuando era militante del Pp, ese partido del al que ahora desprecia tanto el como sus seguidores