El equipo municipal de Sant Josep de sa Talaia consideró ayer que la falta de gestión de los últimos años por parte de los gobiernos progresistas ha desembocado en la preocupante «situación de descontrol» que todas las tardes se repite en la zona de s´Era des Mataret, o Mirador de Es Vedrà, donde a diario se reúnen centenares de personas obviando que están invadiendo un espacio altamente protegido.
El Ayuntamiento se ha reunido recientemente con la propiedad de los terrenos y con otros agentes implicados con el objetivo de buscar medidas efectivas y revertir los problemas de masificación en el lugar. Desde Sant Josep reconocieron que la situación «es muy compleja y se ha agravado a lo largo de los años, en gran parte por la falta de gestión de las últimas legislaturas, donde se ha estado mirando hacia otro lado mientras la llegada masiva de turistas no ha hecho más que crecer». En estos momentos, según indicaron fuentes municipales, se trabaja para intentar revertir este grave problema.
Según puntualizaron además, el espacio es una zona protegida de gran valor medioambiental y, a la vez, se trata de unos terrenos de propiedad privada. Teniendo en cuenta las exigencias legales que amparan el lugar, la capacidad de actuación municipal es muy limitada, insistieron desde Sant Josep. Por el momento, el Ayuntamiento ha intentado evitar dar más visibilidad dentro de sus acciones de promoción turística a los islotes de es Vedrà y es Vedranell y, en general, a toda la zona de Cala d´Hort.
El Consistorio aseguró ayer que la Policía Local, dentro de sus capacidades, vigila la zona y está sancionando a los vehículos mal estacionados. «Somos conscientes de que queda mucho por hacer, pero trabajamos para poder conseguir un cambio real», concluyeron.
Según denunció Periódico de Ibiza y Formentera, los problemas de saturación en s´Era des Mataret vuelven a ser más que evidentes esta temporada, con la habitual venta de mojitos, un insufrible colapso circulatorio descontrolado y un gran impacto de residuos sobre el medio ambiente. Esta es la realidad de uno de los rincones más icónicos de la isla, muy expuesto a una gran presión humana y de circulación de vehículos.
En uno de los últimos plenos del Ayuntamiento de Sant Josep se aprobó por unanimidad exigir al Govern balear, organismo competente en esta materia, nuevas señales en el acceso al entorno natural porque, tal como indicaron en la sesión plenaria, esta zona es un espacio protegido de alto valor ambiental que pertenece a la Red Natura 2000, además de ser un Área Natural de Especial Interés, entre otras figuras de protección ambiental.
Paralelamente, la Policía Local de Sant Josep también anunció nuevas medidas como aumentar los controles en los accesos y cerrar los caminos de entrada al mirador. Además, informó de que el incumplimiento de las normas de estacionamiento conlleva el pago de sanciones por parte de los numerosos visitantes que, según subrayaron desde la Policía Local de la localidad, «no terminan de entender lo que supone el respeto y el civismo y su afectación a la seguridad vial».