Tras 37 años en su bar, Antonio Tur Riera pasó este miércoles de ponerse el delantal a lucir la cinta : ‘Recién jubilado', un regalo que le hicieron conocidos y familiares que compartieron con él su último día en el Bar Balafi de Vila. «Ha habido muchas emociones durante todo el día. Lo hemos celebrado y hemos recordado a mucha gente que ha pasado por aquí», comentó Tur Riera.
Según recordó, empezó en el negocio «desde cero» cuando le cedieron el local, aunque «yo no sabía ni poner una manzanilla o un café con leche». Desde el principio, tuvo claro que quería dirigir el negocio como un lugar «familiar», punto de encuentro de decenas de ibicencos.
«Lo mejor ha sido la familia que me ha acompañado en todo momento y también haber contado con gente que me ha ayudado mucho aquí, clientes que han estado conmigo todos estos años. Al final, no ha sido un bar, ha sido una familia», explicó emocionado.
Según dijo Tur Riera, desde ahora se plantea la «jubilación total» para disfrutar de su familia, de tantos viajes pendientes y de tiempo para descansar. «Es muy sacrificado porque son muchas horas, mucho trabajo y la recaudación no es exagerada y, a veces, hay que aguantar a un tipo de clientela que no es fácil. Hoy, sin embargo, me voy a dormir tranquilo y no quiero pensar en nada», insistió.
Los bocadillos, las tostadas o los sándwiches con queso fundido y jamón, han sido las especialidades más demandadas por los «entre 400 y 500 clientes diarios» que recibía el bar.
Eva Marlene, quien ha estado trabajando en el Balafi desde hace 20 años, se hará cargo desde ahora del local. «Ella ha puesto en marcha algunas cosas de tecnología que yo nunca había usado porque yo he trabajado ‘estilo payés'», afirmó Tur Riera.
Su sucesora, desde la barra, reconoció que a partir de ahora deberá afrontar «una responsabilidad diferente», aunque será también una etapa ilusionante.