La Conselleria balear de Salud aseguró que, a partir de 2025, comenzará a renovarse la flota de ambulancias en la isla de Ibiza. Los técnicos en emergencias sanitarias denunciaron esta semana la «total ineptitud» de la Administración pública y criticaron que los vehículos con los que trabajan no disponen de aire acondicionado, alcanzándose en algunas ocasiones los 42 grados en el interior.
Además, la mayoría tiene los sistemas de iluminación de prioridad quemados por el sol.
Fuentes del Govern explicaron este jueves que el actual Ejecutivo balear «heredó» una flota de ambulancias con siete años de antigüedad y con 500.000 kilómetros de media por vehículo. Además, la licitación anterior finalizó por incumplimiento de la adjudicataria y se encuentra ya en licitación el nuevo concurso, con esa incorporación gradual de ambulancias a partir del año que viene.
Otra de las quejas que denunciaron los técnicos fue el impago del plus de difícil cobertura, aprobado para el sector el pasado mes de marzo. Salud, en este sentido, aseguró que se ha estimado ya el importe que supondrá para estos profesionales y se han elevado consultas para su tramitación, aunque se trata de un proceso «largo» que no sólo implica a la empresa GSAIB (Gestión Sanitaria y Asistencial de Baleares), sino también al Servicio balear de Salud, a Presupuestos y a Función Pública, necesitando además tramitación parlamentaria.
«En todo caso, estamos dispuestos al diálogo con la parte social», defendieron desde el Govern.
Los trabajadores lamentaron no saber nada sobre el cobro del complemento mientras que las plantillas de las residencias, en un plazo bastante más corto, lo han comenzado a percibir este mes.
En relación a los pagos atrasados que acumulan algunos técnicos de las emergencias sanitarias, el Govern afirmó que en los últimos meses se les ha abonado el incremento del IPC de 2023 y en la nómina de este mes se ha incluido también el ajuste de 2024, regularizándose las horas extras de todo el personal. Incluso, según Salud, se han pagado las horas relativas a formación correspondientes a 2023, hasta un máximo de 40 horas anuales.
Para el Ejecutivo balear, ello ha supuesto un desembolso superior a los 600.000 euros, quedando pendiente el exceso de jornada que ha tenido que calcularse trabajador a trabajador en una plantilla con más de 800 empleados, manteniéndose al mismo tiempo el resto de servicios. «En todo caso, la estimación está en fase de conclusión», insistieron fuentes autonómicas.
José Manuel Maroto, el presidente del comité de empresa de GSAIB (Gestión Sanitaria y Asistencial de Baleares) en Ibiza y Formentera, criticó que, iniciando agosto, la empresa no había sido capaz de cerrar el exceso de jornada realizado en 2023, adeudando por este motivo importantes cantidades a los técnicos.