Los técnicos en emergencias sanitarias expresaron ayer sentimientos de «hartazgo, pasividad y abandono» debido a la «total ineptitud» de la Administración pública. Así de rotundos se mostraron desde el Comité de Empresa denunciando que el estado de las ambulancias es «desmesurado», pudiendo suponer un auténtico peligro para los trabajadores y pacientes. Sin ir más lejos, explicaron que este martes se rompió el eje de las ruedas de una ambulancia en pleno trayecto, aunque el vehículo pudo ser controlado por el conductor.
Los sistemas de iluminación de prioridad quemados por el sol es otro de los graves problemas que comentaron los técnicos de emergencias. Según afirmaron, el motivo es que «siempre» la Administración responsable «ha abandonado» la isla y «no se ha preocupado de disponer de unas instalaciones adecuadas para los vehículos, expuestos a altas temperaturas y a los rayos del sol. Nos llama la atención que estas deficiencias no sean detectadas por Sanidad cuando se pasan las revisiones periódicas».
José Manuel Maroto, el presidente del comité de empresa de GSAIB (Gestión Sanitaria y Asistencial de Baleares) en Ibiza y Formentera, lamentó cómo están percibiendo este año «una gran dejadez de funciones» por parte de los responsables del servicio, con una flota «que da miedo» por su estado.
La falta de aire acondicionado, con temperaturas de hasta 42 grados en los vehículos, afecta a los profesionales, pero también a los pacientes cuando deben ser trasladados e incluso a la calidad de la medicación puesto que sueros y otras medicinas son sensibles al calor.
Maroto criticó que, iniciando agosto, la empresa no ha sido capaz de cerrar el exceso de jornada realizado en 2023, adeudando por este motivo importantes cantidades a los técnicos. «Se han llegado a celebrar numerosas reuniones con el director general del Ib-Salut, Javier Ureña, y con el director de GSAIB, Sergio Pablo Rodríguez, y la sensación es de mofa hacia los trabajadores», lamentó.
Los trabajadores denunciaron que, a día de hoy y desde el pasado mes de marzo, nada se sabe sobre el cobro del complemento de difícil cobertura mientras que las plantillas de las residencias, en un plazo bastante más corto, lo han comenzado a percibir este mes. «No han dado ningún paso. Es una empresa que incumple sistemáticamente todo», afirmó Maroto. Según añadió también, hasta 100 denuncias por contrataciones en fraude de ley pueden haber sido interpuestas en los últimos tiempos. «Se ha llegado a un descontrol brutal de la empresa que tiene a unos 300 trabajadores y paga nóminas de unos 800 euros. Todo ha ido a peor en un año», consideró Maroto.
Por todo ello, los técnicos de emergencias sanitarias exigieron que se les tome «en serio» y se abonen las deudas que se mantienen con las plantillas, reparándose además de forma urgente todos los vehículos para evitar accidentes. «Hay una media de descubiertos de entre dos y cinco turnos por cubrir a diario. La gente no quiere venir a Ibiza a trabajar y es una falta de personal brutal», concluyó Maroto.