La isla de Ibiza ha recibido este martes de madrugada a un centenar de inmigrantes llegados en una embarcación «más grande de lo habitual», según han precisado desde Delegación de Gobierno. Y es que los 101 magrebíes han viajado hasta la costa ibicenca a bordo de un barco pesquero.
A su llegada a es Codolar, los pasajeros saltaron rápidamente de la barca en busca de tierra firme, donde aún esta mañana se encontraban algunas prendas de ropa, dejando incluso el motor encendido. Por este motivo, la embarcación ha terminado encallada en las rocas de la playa.
El procedimiento
Las mismas fuentes han explicado que, en cuanto se da el aviso de que una patera está llegando a cualquiera de las islas, se activa el protocolo a través de Cruz Roja, cuyos miembros son los primeros en atender a estas personas. Posteriormente, los inmigrantes pasan a disposición policial durante un máximo de 72 horas. En ese tiempo, se realiza una revisión médica básica y se les abre un expediente por estancia irregular en España. Además, se les proporciona documentación provisional para que puedan salir de la isla.
La gran mayoría de los inmigrantes que llegan a las costas baleares proceden de Argelia. Esto supone un problema a la hora de llevar a cabo lo que se conoce como «devoluciones en caliente». Y es que Argelia, aunque tiene para ello un convenio firmado con España, dejó de aceptar estas devoluciones al cerrar sus fronteras durante la pandemia de COVID-19. Desde entonces, no las ha vuelto a abrir. Esto ha dado pie a que los inmigrantes procedentes de este país, una vez que son identificados, en Formentera o en Ibiza, sean puestos automáticamente en libertad, puesto que «no han cometido un delito penal» y, por lo tanto, no pueden mantenerse en situación de detención. «La mayoría de ellos se van a la Península y, de ahí, van a otros países europeos», han añadido desde la Delegación del Gobierno.
Las mismas fuentes han rechazado la posibilidad de que Baleares pueda contar con un centro de internamiento de extranjeros, conocidos como CIE. A estos centros llegan, por orden judicial, inmigrantes procedentes de países que tienen convenio con España para ser devueltos. También aquellos que pueden acogerse a un procedimiento de asilo. Situaciones que no se producen en la inmensa mayoría de los inmigrantes que llegan a Formentera e Ibiza.
Así pues, los argelinos que llegan a las costas pitiusas son puestos en libertad rápidamente. En el caso de los inmigrantes subsaharianos, la mayoría de ellos se integra en el sistema de atención «humanitaria» estatal. «Tienen el perfil de personas vulnerables», han explicado desde la Delegación del Gobierno, «porque proceden de países sin acuerdo de devolución, que no tienen ni estructura administrativa y que muchos de ellos están en guerra». Se trata de «perfiles que se pueden adaptar más a una petición de asilo».