El Ayuntamiento de Ibiza aún no ha podido valorar en su totalidad el alcance de los daños provocados por los socavones aparecidos en la playa de Talamanca, a la altura del Hostal Talamanca.
Así lo ha admitido el concejal de Playas, Rubén Sousa, quien ha explicado que habrá que esperar a que el mar vuelva a su nivel habitual para conocer qué ha pasado.
Sousa, además, ha señalado que no será hasta ese momento que los técnicos municipales puedan plantear un proyecto que dé «la máxima seguridad» a la pasarela. El responsable municipal de Playas ha explicado, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, que los técnicos ya han visitado en varias ocasiones la zona para saber qué ha provocado la aparición de estos agujeros en la arena. En este sentido, Sousa ha dejado claro que lo sucedido obedece únicamente «a la erosión del mar». «Las olas han provocado que caiga el muro de hormigón que hay entre la pasarela y el negocio», ha añadido, «y el agua del mar, al entrar y salir con las olas, se ha ido llevando la arena. Esto ha hecho que aparezcan los socavones. Ahora hay que esperar a que el mar vuelva a su nivel normal».
El concejal cree que, una vez que se tenga el proyecto de apuntalamiento, la reapertura de la pasarela «será rápida». Sin embargo, Rubén Sousa no ha querido avanzar fechas porque «realmente no se sabe cuánto tardará en volver el mar a su sitio, si serán dos días o más tiempo». Hasta que eso no suceda, ha añadido, «no se podrá presentar un proyecto de apuntalamiento de la pasarela porque primero hay que conocer el alcance del daño».
La aparición de estos socavones se produjo hace ya algo más de una semana. Fueron detectados por el supervisor del equipo de socorristas de Talamanca, Alejandro Parrillis, de la empresa Marsave. Parrillis explicó a este rotativo que descubrió los socavones por la noche, cuando pasó de la pasarela a la arena en la zona del hostal. Fue él quien avisó a la Policía Local y al celador de Costas.
El responsable del Hostal Talamanca, Juan Marí, explicó, por su parte, que «es la primera vez que esto pasa». Marí recordó que «debajo de la pasarela había antes el hormigón, arena y mucha posidonia». Elementos que, en su opinión, impedían que el agua afectara al muro.
Sin embargo, la situación ha cambiado y este verano «no ha habido arena delante del hostal ni tampoco posidonia, con lo que el agua se ha ido comiendo el muro».
Marí sumó a esta explicación el hecho de que el nivel del mar había subido más de lo habitual esos días, llegando hasta la torre de los socorristas. Algo que, añadió, tampoco es lo normal en esta bahía de la isla de Ibiza.