La Policía Local de Sant Antoni de Portmany ha procedido a la detención de cinco individuos por posesión de un gran volumen de material para la venta de óxido nitroso en dos actuaciones llevadas a cabo en el último mes.
Según han explicado desde el Ayuntamiento de Sant Antoni, en una de las operaciones, los agentes detuvieron a tres personas de nacionalidad española que estaban descargando cajas desde un vehículo al interior de un edificio en la calle Metge Mateu Gasull. Los agentes procedieron a interceptar y registrar el vehículo, donde localizaron 13 cajas de cartón, cuya capacidad contenía un total de 78 bombonas de óxido nitroso. Además, la policía intervino 18.190 euros localizados en las bandoleras que portaban los detenidos y en la puerta del vehículo, «lo que supone la mayor aprehensión de dinero en efectivo referente a la venta de esta sustancia», han manifestado.
Por otra parte, la Policía Local detectó en la zona de ses Variades a dos hombres de nacionalidad británica trasportando cajas y bolsas entre los maleteros de dos vehículos de forma apresurada, en una actitud sospechosa. En ese momento, procedieron a realizar un registro de las pertenencias, incautando un total de 35 bombonas de óxido nitroso, 30 dosificadores y 100 globos, así como un total de 4.730 euros y 1.450 libras esterlinas que se encontraban en los bolsillos de los ahora detenidos.
En ambos casos, la policía procedió a la detención de los individuos como autores de un delito contra la salud pública. Una vez trasladados a las dependencias policiales se iniciaron las correspondientes diligencias.
66 detenidos y 15 órdenes de alejamiento
Durante la temporada estival, la Policía Local ha instruido un total de 66 diligencias policiales por detenciones por venta de óxido nitroso en la vía pública.
La concejala de Seguridad Ciudadana, Neus Mateu, ha recordado que una de las prioridades del Plan de Seguridad del verano es frenar la venta de óxido nitroso en el municipio, consiguiendo este año grandes avances con la aplicación de 15 órdenes de alejamiento, de las zonas donde presuntamente se cometieron dichos ilícitos penales, y un ingreso en prisión para cumplir una pena de un año. «Los agentes están realizando un gran trabajo contra este acto delictivo, que desde este año está teniendo sanciones más duras gracias al trabajo previo realizado con Guardia Civil y Fiscalía», ha destacado Mateu.