La Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua ha confirmado este viernes que los tres dispensadores de agua para camiones instalados en las desaladoras de la isla estarán en funcionamiento este mismo mes. De hecho, en la planta de Ibiza el dispensador se encuentra en pruebas desde el pasado día 17. La próxima semana estará operativo el de Sant Antoni y a partir del 30 de septiembre lo hará el dispensador de Santa Eulària.
Con ellos, se espera reducir en unos 20.000 m3 mensuales las extracciones de los acuíferos de Ibiza, actualmente muy mermados debido a la situación de sequía y a la demanda hídrica.
Un total de 21 empresas ya han mostrado interés en utilizar el servicio. Para ello, la Conselleria ha explicado este viernes que dichas empresas deberán darse de alta, además de presentar una declaración responsable que recalca, entre otros aspectos, que el uso de este suministro está destinado exclusivamente para el abastecimiento humano y sólo para viviendas que no estén conectadas a las redes municipales.
Desde el Govern señalaron que la puesta en marcha de los dispensadores será progresiva con el objetivo de identificar y resolver posibles inconvenientes, evitando además la acumulación de camiones en las zonas de carga. Tampoco descartaron que sean necesarios pequeños ajustes.
La Conselleria no pudo precisar si el servicio operará durante todo el año.
En el caso del dispensador en la planta de Ibiza, la media de agua entregada hasta la fecha ronda los 300 m3, sin que se hayan registrado incidencias destacables.
Cabe destacar que el funcionamiento simultáneo de los tres dispensadores podría verse afectado por los trabajos de mantenimiento preventivo de las plantas, además de estar sujeto a las necesidades de suministro que los ayuntamientos de la isla requieran, advirtieron desde la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua.
Dispensadores
Cabe recordar que hace casi una década el Govern, presidido entonces por la socialista Francina Armengol, apostó por instalar en las plantas desaladoras estos dispensadores, aunque su puesta en marcha no se ha hecho efectiva hasta la actualidad, siendo necesaria una nueva inversión para su acondicionamiento. En su día, la instalación rondó los 300.000 euros de coste.
También hay que señalar que, entre las diferentes medidas que deben cumplirse si el Govern llegara a decretar la situación de alerta por sequía, las empresas que suministran agua en camiones tienen la obligación de sustituir el 50 % del volumen total por agua desalada, siempre que estén situadas dentro del radio de 15 kilómetros de un dispensador.
Las viviendas en rústico tendrán la obligación de reducir un 20% el consumo, entre otras medidas.