Los vecinos de la calle José Vargas Ponce, ubicada en la zona de Platja d’en Bossa, denuncian la falta de espacio con la que tienen que lidiar los residentes diariamente en la vía.
A diferencia del resto de calles de la zona, por esta vía que cuenta con aparcamiento a la derecha, únicamente puede transitar un vehículo «con suerte». «A veces cuando me recogen amigas mías, prefieren dejarme en esta calle por no entrar dentro de lo estrecha que es», señaló una vecina de la zona que prefirió no dar su nombre.
Una situación que sufren especialmente aquellos vehículos grandes, que se ven obligados a cerrar los retrovisores para acceder sin perjudicar ningún coche aparcado. Otros conductores optan por subirse a la calzada a la hora de aparcar o bien de acceder a la calle aunque ne los metros que se extiende la vía hay varias farolas que impiden avanzar todo el tramo. «A mí, por suerte, nunca me ha pasado pero he visto coches que han sufrido golpes», explicó Liivia, que vivió durante años en la misma calle y que ahora solo visita la isla.
Repartidores y ambulancias
En este sentido, los vecinos que habitan las urbanizaciones de la misma vía temen especialmente por si algún día «tiene que venir una ambulancia y no puede». Una situación, que aunque no haya ocurrido recientemente, el tiempo de llegada de las asistencias juega un papel decisivo.
Asimismo, otra de los problemáticas a la que más se han enfrentado los residentes de la calle José Vargas Ponce es a la hora de recibir un paquete de mensajería. «Las empresas de transporte raramente pasan por esta calle. Muchas veces prefieren llamar y preguntar dónde te pueden dejar el paquete», explicó una de las vecinas afectadas.
Por suerte, como señalaron a este rotativo algunos de los vecinos, el servicio de recogidas de basuras no tiene que pasar por este punto ya que se encuentra ubicado en la calle perpendicular.