Hace tres meses, desde el pasado 1 de julio, que Sant Jordi cuenta con una zona azul para el estacionamiento de vehículos. Este núcleo urbano es uno de los más frecuentados de la isla, tanto por su cercanía con un punto tan importante como es el aeropuerto, como por su oferta en restauración, una de las más abundantes de la isla, como de ciertos comercios y negocios. Por ello, se habilitó esta zona de estacionamiento, para facilitar la rotación de vehículos, estableciendo un periodo de dos horas gratuitas que se identifican mediante un reloj manual que ofrece el consistorio.
Las líneas azules del estacionamiento existen en Sant Jordi desde hace mucho tiempo. Sin embargo, formaban parte casi de un decorado más que de una ordenación urbana, ya que no se controlaba pese a que ya existía la ordenanza. Las colas eran un habitual en la calle contigua a la carretera del Aeropuerto, donde muchos dejaban su vehículo en doble fila. Pese a la existencia de un parking disuasorio, junto al CEIP Sant Jordi, los problemas en materia de estacionamiento seguían existiendo.
Por ello, a partir del día 1 de julio se estableció esta zona azul, aún sin parquímetros fijados. En un principio, el sistema parece simple: mediante un reloj, que se ofrece de manera gratuita en las dependencias del Ayuntamiento, uno fija su hora de llegada y dispone de dos horas gratuitas. En caso de no ser un habitual del municipio y no disponer de dicho reloj, bastaría con dejar una pequeña nota en la que se apunte la hora de llegada. Los revisores pasan para comprobar que se esté cumpliendo con el horario y, en caso negativo, multar a los vehículos. Dichas multas se alzan hasta los 80 euros, que pueden ser reducidos a la mitad en caso de pronto pago.
Comercios
Para los negocios y comerciantes de la zona, esto fue mayoritariamente algo positivo. Xicu Ribas, de la farmacia del pueblo, asegura que Sant Jordi se ve ahora «bastante descongestionado, se ven sitios donde aparcar cuando antes no se veía ninguno». Esto lo dice ya no solo por su negocio, ya que la gente sigue acudiendo de igual manera a la farmacia, sino porque «ahora es más fácil pensar en bajar a Sant Jordi, antes era una odisea encontrar aparcamiento también para los padres que venían a buscar a sus hijos».
Un comercio que sí que ha experimentado una notable mejora desde que se hizo el cambio para la zona azul de Sant Jordi es Es Timbal, uno de los muchos restaurantes de la zona. Su encargado explica que «ahora está mucho mejor en cuanto a aparcamiento se refiere, es mucho más fácil para los clientes acudir a cualquiera de los establecimientos de la zona». Igual que Ribas, señala que «había muchos vehículos que se quedaban estacionados de manera permanente, que no se movían, ya fueran de empresas de alquiler, VTCs… En invierno era escandaloso».
Para los conductores es también mucho más cómodo ahora. Uno de los casos más evidentes es el del gimnasio, en pleno centro del pueblo. Víctor, uno de sus usuarios, dice que ahora encuentra aparcamiento siempre a la primera muy cerca del centro, cuando antes tenía que pasar «entre 10 y 20 minutos dando vueltas». Su opinión la reafirma Jorge, un compañero de entreno que coincide en valorar «que ahora es mucho más fácil ir a entrenar para los que no pueden ir hasta ahí andando».
Sin embargo, también hay voces discordantes. Juanan, un vecino de Sant Jordi, asegura que entiende la necesidad de facilitar la rotación en la zona, «para ayudar a los comercios de la zona y evitar que los coches que se quedan sin moverse». Sin embargo, le parece que en un futuro no debería cobrarse por el servicio de zona azul, sí lo que se quiere es, precisamente, facilitar la rotación.
Consistorio
Desde el Ayuntamiento explican que la instalación de máquinas sirve como elemento mixto para acompañar al reloj, ya que se puede sacar un tique «que especifica esas dos horas de límite». Desde el consistorio hacen una valoración muy positiva de la implementación de la regulación «ya que se ha visto una mejora en las plazas de aparcamiento disponible, lo que ha propiciado que cada vez más gente se acerque al pueblo, lo que supone una mejora en el sector comercial».