El alcalde de Sant Josep, Vicent Roig, fue el invitado de ayer del programa Bona nit Pitïuses de la Televisió d’Eivissa i Formentera (TEF). Tras más de un año y medio en el cargo, Roig hizo referencia durante la entrevista tanto a la actualidad más inmediata de la isla, a través de la aprobación en el Parlament balear de la limitación en la entrada de vehículos a partir del año 2025, como a los grandes temas que afectan al municipio a nivel informativo. Estos son el del asentamiento de Can Raspalls y la solución a la problemática de los antiguos vecinos del edificio Don Pepe.
El programa comenzó, como no podía ser de otra manera, con un emotivo mensaje para todas las víctimas que el temporal ha dejado a su paso en Valencia. Tras ello, el primer punto a tratar fue la aprobación de la ley que permitirá limitar la entrada de vehículos a Ibiza a partir del verano de 2025. Este hecho es especialmente importante para el municipio de Sant Josep puesto que «cuenta con el aeropuerto, y esto supone una serie de establecimientos de ‘rent a car’ que llenan nuestra isla», aseguró Roig.
Además de ello, el alcalde quiso poner el foco en el combate contra el turismo ilegal y el intrusismo, que genera «una serie de problemas de convivencia». Por ello, aseguró que todas las administraciones apuntarán en la misma dirección en la lucha contra el intrusismo.
Asentamientos
Sobre uno de los grandes temas que afectan a día de hoy la política municipal, el del asentamiento de Can Raspalls, Roig señaló las diferencias que existen con el ya desalojado asentamiento de Can Rova:«Nuestra realidad es más compleja, puesto que no hay ningún tipo de colaboración por parte de la propiedad».
Sobre el estado del asentamiento de Can Raspalls, en la inspección que implicó la definitiva intervención, se calculó que había «más de 200 personas viviendo en el lugar». Durante las próximas semanas, aseguró Roig, «se realizarán nuevas inspecciones, y quienes sigan en el asentamiento recibirán su sanción».
Según las últimas valoraciones de la Policía Local, en la actualidad «quedarían en torno a 150 personas viviendo todavía en el asentamiento». Sobre la propiedad, el alcalde asegura que «solo se preocupó cuando se le notificó que iba a ser sancionado, no antes».
Don Pepe
También se trató el conflicto de los apartamentos Don Pepe. El pasado viernes dos de las propietarias del bloque A regresaron a sus viviendas que, tras cuatro años, siguen precintadas. Sobre este asunto, Roig valoró que «más que un problema urbanístico se trata de un problema de humanidad». El alcalde apuntó que no se trata únicamente del problema de dos edificios de 96 pisos, sino que se trata de 96 familias, de las cuales 29 de ellas siguen siendo apoyadas por la administración en los pagos del alquiler.
«Cuando el viernes a las siete de la tarde me avisaron desde Policía Local que había saltado la alarma en los Don Pepe no pensé en que pudieran ser ocupas. Pensé que eran los antiguos vecinos intentando volver a sus casas», explicó el alcalde de Sant Josep. Roig dijo entender el nerviosismo de una gente «que en diciembre hará cuatro años que se les echó de sus casas».
A instancias de los propios vecinos visitó junto al jefe de servicio de Territorio las viviendas del bloque A de edificio. «Lo que está claro es que ruina inmediata no había», asevera Roig, sobre lo dictado por la anterior administración del municipio, ante la cual los vecinos tienen un contencioso abierto.
La hoja de ruta a seguir por parte del consistorio está ahora en manos del Govern balear, explicó Roig. «Hemos de ser cuidadosos y tener en cuenta tanto el valor ecológico de la zona como el valor físico para recuperar esas viviendas». La intención del consistorio, por tanto, es que estos edificios se puedan reconstruir, y los vecinos puedan volver a las que fueran sus viviendas. En este sentido, ha apuntado también que la compensación por los terrenos en los que se iba a instalar los nuevos edificios del Don Pepe fue paralizada.