Las principales entidades ecologistas de Ibiza consideran que la alternativa de transportar los residuos que se generan en la isla a la incineradora de Son Reus, en Mallorca, es la peor de todas las opciones en términos medioambientales.
«Hay que minimizar los traslados porque se consume petróleo y evitar el riesgo de que un barco lleno de mierda se fuera a pique», señala Joan Carles Palerm, presidente del GEN, quien señala que sus preferencias pasan por un nuevo vertedero «porque una incineradora favorece que no se incremente el reciclaje». No obstante, Palerm tiene claro que el Consell d’Eivissa «hará una incineradora. El problema principal es que llegamos seis años tarde».
El presidente del GEN explica que es necesaria la redacción de un nuevo plan director sectorial de residuos «que diga cuál tiene que ser la solución, porque el que tenemos en vigor ni siquiera lo plantea. El vertedero de Ca na Putxa se llenará antes de saber qué tenemos que hacer».
Hazel Morgan, presidenta de Amics de la Terra, considera que enviar los residuos de Ibiza a Mallorca para que sean incinerados allí «es éticamente incorrecto. Los residuos se tienen que tratar donde se generan». E insiste: «Somos nosotros quienes generamos el problema, por lo que por cuestiones éticas deberíamos asumir nuestros errores: producir residuos es un error y comprar compulsivamente también lo es», insiste Morgan.
Para la presidenta del GEN, «la solución es producir menos residuos, pero el mundo va en dirección contraria». En cuanto a la negativa de los vecinos del vertedero de Ca na Putxa de que se instale allí una hipotética incineradora, Morgan considera que «es natural que no quieran más problemas ni otros impactos, pero se tiene que buscar el interés general». Además, critica «la falta de previsión en todo»de las instituciones públicas.
Palerm cree que la tardanza en la toma de una decisión está motivada por que «a ningún político le gusta decir que hará una incineradora o un vertedero porque tiene perdidas las elecciones». E insiste en que «la solución más cara y la menos adaptada a la realidad» es la de trasladar los residuos a Mallorca para que sean incinerados en Son Reus. «Cada lugar tiene que ‘comerse’ sus residuos», añade.
En este sentido, el presidente del GEN asegura que la situación actual «es por falta de responsabilidad de todos: los que ahora gobiernan y los de antes. Están esperando a que no quede otra alternativa. Si quieres enviar los residuos a Mallorca, haz el plan que lo diga pero no esperes a que la situación de emergencia te pase por encima», sostiene Palerm.