El presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), Javier Sanz, se reunió este miércoles con los representantes de los grupos políticos del Consell de Formentera, tal y como estos habían solicitado recientemente. En el encuentro participó también el presidente insular, Llorenç Córdoba, y el conseller Artal Mayans, representante de la institución en el consejo de administración de la APB. El presidente de la APB ha confirmado durante la reunión que el puerto de La Savina, tal y como ya muchos esperaban en la isla, tendrá una sola marina y que, además, la concesión de la gestión será para 25 años.
De esta reunión no salieron todos con una misma percepción. El PSOE, por ejemplo, se mostró muy crítico con la postura de la APB. Así lo señaló la consellera socialista Ana Juan, que lamentó que la información proporcionada por el ente público ya estaba «decidida», dando a entender que Formentera no podrá cambiar nada de los pliegos de condiciones. Unos pliegos que, según Juan, serán aprobados por el consejo de administración de la APB el próximo 9 de diciembre.
«La APB», afirmó la socialista, «con conocimiento de Llorenç Córdoba y de Artal Mayans, nos ha trasladado que ellos ven una concesión de 25 años y una sola concesión. Toda la parte pública del puerto estará en manos de una sola empresa o de una sola persona, tanto el espejo de aguas como la parte terrestre. Es verdad que hay que hacer una fuerte inversión pero no compartimos de ninguna manera la duración y que no habrá amarres sociales. La gente de Formentera se puede olvidar de tener amarre social porque no está contemplado y no modificarán las bases para que haya».
El presidente del Consell, Llorenç Córdoba, señaló, por su parte, que la reunión había servido para «repetir lo que ya se había dicho» en un anterior encuentro de los responsables de la APB con el sector portuario. Córdoba destacó que la APB ha decidido no ampliar el puerto y recordó que la situación de la zona «no es buena» porque, entre otras cuestiones, «no se han hecho inversiones e los últimos años». El presidente, al contrario que el PSOE, sí indicó que la APB tiene previsto que La Savina cuente con marina social y «con más vida social».
Córdoba destacó que en el pliego de condiciones tendrá especial importancia el proyecto de inversión, que «será lo que más puntúe». Y señaló que, además, habrá mejoras en lo referente a las tasas y las tarifas. «Es un poco lo que pedimos desde Formentera», aseguró, «hay muchas licitaciones de poca duración y sin inversión pero con los precios cada vez más altos. La distribución del puerto tampoco es correcta. Habrá menos barcos de excursión, que volverán a donde estaban antes porque se cambió la ubicación la pasada legislatura y eso ha afectado a los comercios de primera línea. Ha sido una reunión positiva porque ya nadie tiene dudas. El pliego, finalmente, depende de la APB, no del Consell ni de los grupos políticos».
Desde GxF, Alejandra Ferrer se mostró también crítica con la postura de la APB. Ferrer explicó que esta formación trasladó al ente portuario sus preocupaciones en cuestiones como la necesidad de «establecer las condiciones para poder garantizar los espacios para amarres sociales, para la lista sexta y el alquiler de embarcaciones, los precios asequibles para los locales de los edificios de la APB y también la manera en que se repartirán los amarres».
La consellera de GxF mostró su «preocupación absoluta» por la forma en la que se lleve a cabo la concesión de la gestión del puerto. Y es que, advirtió, puede suceder a que «a largo plazo se acabe pidiendo una ampliación porque no habrá espacio suficiente para los amarres sociales, para la lista sexta, para el club náutico que ha pedido históricamente la ciudadanía de Formentera». Ferrer pidió a la APB tiempo para «poder estudiar» el pliego de condiciones. Además, al igual que el PSOE, solicitó que sus representantes se reúnan también con los miembros del Consell d’Entitats para que estos puedan hacer sus propias propuestas. «La APB», concluyó, «tiene que trasladar la información a la población porque la decisión que se tome puede hipotecar el puerto y el futuro de La Savina y de la isla».
Ningún representante de Sa Unió quiso pronunciarse sobre la reunión.