Penúltima sesión plenaria en el Ayuntamiento de Eivissa y una más en la que el exalcalde y portavoz del grupo socialista, Rafa Ruiz, volvió a ser protagonista y no precisamente por sus aportaciones. Ruiz afirmó que no pensaba intervenir en esta sesión pero el «excesivo triunfalismo» del concejal de Vivienda, Juan Flores, le llevó a cambiar de opinión. Y es que no le pareció bien que el concejal del PP presumiera de la entrega de un nuevo solar al Ibavi para la construcción de vivienda pública. Gesto que ha sido el detonador de una intervención que solo puede calificarse como disparatada.
El Gobierno municipal llevó a pleno la cesión del solar de la calle Vicent Serra al Govern para la construcción de 15 pisos de protección oficial. Flores aprovechó la intervención para recordar los principales puntos del Plan Integral de Vivienda de Vila, que tiene como objetivo poner en el mercado cerca de 1.000 pisos en régimen de alquiler en los próximos años. Las palabras de Flores molestaron al líder del PSOE, que comenzó o su intervención recordando el «drama humano» que supone el problema de la vivienda y acusando al PP, «la derecha histórica», de no haber hecho nada para solucionarlo. Ruiz auguró que el Gobierno de Triguero no entregará «ni una llave» de los pisos proyectados y puso sobre la mesa la supuesta gesta habitacional socialista en los ocho años que van de 2015 a 2023: 87 pisos.
A partir de ese momento, el exalcalde fue elevando el tono y, por ejemplo, anunció que si el PP logra entregar alguna llave, él no les felicitará pero que estará allí «mal que les pese». Menos aún si se trata de la promoción del Ibavi en la avenida de Isidor Macabich, cuya cesión del terreno provocó, cierto es, que el PP amenazara a su gobierno en el anterior mandato con recurrir a los tribunales. Después puso al presidente del Consell, Vicent Marí, en el foco de su ira porque, según comentó, «nunca le ha interesado este problema», ni como alcalde ni como máximo responsable de la institución insular. Hizo un requiebro alabando al PP de Triguero por actuar en cierta manera de forma diferente a sus compañeros y, en ese momento, empezó a disertar sobre «la fachosfera» y su propio estado de ánimo: «No se preocupen tanto por mi estado de ánimo. Uno es así. He sido alcalde durante ocho años aunque les pese. Les gustaría que me fuera pero ni me iré ni harán que me vaya».
En algún momento de su encendida intervención, a Ruiz se le escapó el apellido del concejal Rubén Sousa. En este punto hay que recordar que el socialista suele referirse al portavoz del Gobierno de Vila como «señor X» para así evitar que este pueda intervenir por alusiones. Pero de nada le sirvió el pataleo cuando el alcalde Triguero dio la palabra a Sousa. «Calma», le ordenó Triguero ante la amenaza de que los concejales del PSOE se irían de la sala y segundos antes de que el portavoz de su equipo fuera con todo en su escueta intervención: «Yo solo le recuerdo en cada momento su condición». Es decir, que está imputado en el ‘caso Puertos’ y que se muestra excesivamente agresivo en los plenos.
Tras la intervención de Juan Flores y de unos sorprendidos Guadalupe Nauda y Héctor Andrés, Ruiz volvió a mostrar que su estado de ánimo no es tan tranquilo como quiere aparentar: «Voy a hablar cuatro minutos. Ya sé que no les gusta. Quieren que me vaya. Ustedes también están nerviosos». Arremetió contra José Juan Cardona, exlíder del PP condenado por corrupción. Sacó a colación al expresidente Jaume Matas, en la misma situación. Y prosiguió: «Yo hablo de lo que quiero, cuando quiero y como quiero en mi intervención. Ustedes hablan hasta dos, saltándose el reglamento. Hablo de vivienda pero, si se me ocurren otras cosas, también hablo. Como con fiestas y las contrataciones».
El exalcalde retomó la cuestión de la vivienda e insinuó que el Ibavi podría otorgar a una empresa privada la gestión de los pisos de alquiler públicos de la avenida de Isidor Macabich. Una insinuación que aprovechó para anunciar que, si esto es así, él y la concejala de Unidas Podemos, Guadalupe Nauda, irán a los tribunales.
Tras este espectáculo y ya al concluir el pleno, Ruiz volvió a participar en el turno de ruegos y preguntas. Después de hacer gestos de mofa mientras hablaba el concejal de VOX Luis Astorri, el socialista inició su intervención con un sorprendente «oooommm, estoy tranquilo».