Los altercados vividos recientemente en el barrio de ses Figueretes con un joven de 25 años siguen en la mente de comerciantes y vecinos. El pasado miércoles, este hombre fue detenido por sexta vez en pocos días al dar patadas a vehículos que se encontraban estacionados en la vía pública y, lo que es peor, golpear a un vecino que le recriminó su actitud. No era la primera vez que el comportamiento extremadamente agresivo de este joven causaba temor en la zona.
Sin embargo, taxistas como Santi que suelen moverse por el barrio durante el día señalaron que ellos no han notado un aumento de la inseguridad ciudadana. Tampoco Joan, taxista de profesión, que aguardaba ayer clientes en la parada de ses Figueretes. «Yo no he notado nada», comentó.
En una barbería cercana al paseo, un joven cliente, vecino del barrio, aseguró que la situación «es normal, como en todos lados, y tampoco es que sea un lugar muy conflictivo». Así las cosas, prefirió no revelar su identidad. Los trabajadores del local también consideraron que, en caso de suceder algún problema, «es como en todos lados», reinando habitualmente la tranquilidad, más a las puertas del verano.
Daniel trabaja en un supermercado y explicó que ni en temporada ni ahora han visto situaciones conflictivas, «aunque de una zona cercana en el barrio sí me han hablado muchas cosas», advirtió.
Según detalló, los vecinos le habían comentado cómo por las noches no es extraño ver peleas, principalmente en lugares del barrio cercanos a determinados bares.
También Siso, quien acude al paseo de ses Figueretes habitualmente, aseguró no haber sido testigo en los últimos tiempos de situaciones conflictivas, «aunque hay mucha inmigración y algún problema puede surgir». Curiosamente, en las calles y negocios ubicados en el corazón de ses Figueretes, la percepción de la situación actual era ayer radicalmente diferente. Francesca regenta uno de los numerosos locutorios abiertos en esta zona de la ciudad y, según reconoció, tras ser testigo de lo sucedido esta semana con el joven detenido, siente más miedo que antes. «Estoy cerrando más pronto que otros locutorios porque tengo temor», destacó. Una joven que regenta un bar de ses Figueretes aseguró a este rotativo que lo que está viendo en el barrio últimamente «no lo había visto nunca». Peleas y gente rompiendo coches son algunas de las situaciones con las que se encuentra a diario.
«Tuve que llamar a la Policía porque la primera vez que hablé con el chico que detuvieron me dijo que nos había intentado romper los cristales del bar, pero no había podido. En el barrio, nos intentamos respaldar entre nosotros, pero es verdad que hay situaciones complicadas», insistió esta joven, quien prefirió preservar su identidad. «Entre los vecinos, algo hablado hay para guardarnos las espaldas», reiteró.
También Paula, empleada en un local de la zona, denunció que la inseguridad ha aumentado en estos últimos tiempos. En su caso, al trabajar hasta la medianoche, «más frecuentemente» entran a robar y no es extraño que los trabajadores hayan tenido que avisar a su jefe «porque, quien entra, es gente muy grosera». «Tenemos un poco de terror porque por la noche somos de los pocos locales abiertos», concluyó.
Sin facilitar su nombre por miedo, dos jóvenes residentes en el barrio aseguraron que la inseguridad ha aumentado en ses Figueretes al registrarse más robos y peleas. «Hay una discoteca al final de la avenida de España y, cuando abre, se ven peleas continuas. A determinadas horas, no salimos porque no sabes cuándo nos puede caer una botella en la cabeza», lamentaron.
Pasa lo q permiten. El pueblo si actua ponen presencia policial para evitarlo. Es triste pero el mundo va así de torcio