Largas colas para abastecerse de suministros de última hora, carritos en fila llenos a rebosar, especialmente de botellas y garrafas de agua y, consecuentemente, estantes vacíos. Estas son las imágenes que durante buena parte del lunes se vivieron en la España peninsular durante las horas que duró un apagón histórico que produjo cortes de electricidad en todo el país. Estas imágenes de abarrotamiento a las afueras de las instalaciones, igual que el propio apagón, parecen no haber llegado a nuestras islas.
En los supermercados y grandes cadenas, uno de los productos más populares, el agua, sí que aparece en repetidas ocasiones entre los carritos de los usuarios. Sin embargo, en las estanterías no parece acabarse, y hay unidades disponibles para los consumidores. Solo en una ocasión, en un Lid’l de la ciudad de Ibiza, las garrafas y botellas de agua llegaban a su fin, dejando una estampa muy poco habitual para los usuarios, que preguntaban por ello. «Ha venido mucha gente a comprar y nos hemos quedado sin», explicaba una de las trabajadoras.
Sin embargo, esto ha sido más una excepción que una tónica en la que la primera jornada después del apagón se ha sucedido con relativa normalidad en la isla de Ibiza. A diferencia de lo que pasó en los días anteriores al confinamiento con motivo del Covid-19, en los que se acudió en masa al supermercado y la imagen que ofrecían las grandes superfícies de la isla era de desabastecimiento.
Teniendo en cuenta que las compras han seguido un flujo normal, cabría preguntarse si existe la posibilidad de experimentar algún tipo de problemas o retrasos con motivo de los apagones de la península, de donde proviene la inmensa mayoría de los productos que llegan a nuestros mercados y supermercados.
Distribución
«No debería experimentarse ninguna incidencia grande en la cadena de suministros en nuestras islas», asegura Carles Tarancon, gerente de ASODIB -Asociación de distribuidores de las Islas Baleares-. El motivo, tal y como detalla, Tarancon, tiene que ver con que «los grandes elementos de logística, como los puertos y aeropuertos, tienen sus generadores propios, para seguir operando con relativa normalidad en caso de que suceda algo como lo que pasó este lunes».
Si bien es cierto que no se descartan que puedan producirse «pequeños retrasos por motivos operativos», el suministro a Baleares parece asegurado.
En este mismo sentido señala, Ester Coll, gerente de relaciones externas de Mercadona en las Islas Baleares, quien ha explicado que, en su caso particular «no han experimentado ningún problema ni impedimento en la correcta distribución a las islas por lo sucedido en la jornada del lunes».
En este mismo sentido, ha señalado que las compras de los clientes no han seguido patrones desmedidos como si ha pasado en otros puntos de la España peninsular con motivo de los apagones.