«No hay derecho a que abusen de nadie. Ellos son salvavidas». Con estas palabras, Carmen Maciá, vecina de Ibiza, resume el sentir de muchos pacientes que estos días transitan los pasillos del Can Misses o acuden a sus centros de salud sin saber si su médico estará o no disponible. Junto a su hermana, cuida a su madre hospitalizada desde hace tiempo.
Ambas apoyan sin fisuras la huelga secundada por el Sindicato Médico de Baleares en las Pitiusas. «Hay que valorar a los médicos. Sin ellos, muchos no estaríamos. No puede ser que estén tantas horas trabajando. Es un abuso», insistieron, explicando la gran calidad asistencial que recibe su madre desde que está ingresada.
No obstante, también hubo usuarios que, aunque apoyan esta huelga médica, también temen que la protesta derive en una disminución de la atención médica en algunos centros, aunque la mayoría comprende las razones que han llevado a los profesionales a plantarse. «Llevan años sobrecargados.
Aquí, si no se plantan, nadie les escucha», apuntó la paciente Pilar a la entrada de Can Misses, resaltando cómo estas condiciones provocan que la isla, pese a tener tanta población flotante, sufra la falta de médicos cada verano.
En este sentido, usuarios también lamentaron la fuga de especialistas registrada en los últimos años, señalando el cambio constante de facultativos cada cierto tiempo. «Para muchas personas mayores, que tienen una relación cercana con su médico de cabecera, el temor es perder ese vínculo de confianza», destacó una usuaria respecto a la atención sanitaria en Atención Primaria. En esta línea, indicó que es esencial cuidar a los médicos porque «no son números, sino personas que nos conocen y saben cómo tratarnos». Asimismo, el usuario Joan subrayó que la responsabilidad no es de los profesionales que protestan, sino de la administración central. «Es muy fácil echar la culpa a los que dan la cara. Pero los que toman las decisiones están arriba», apuntó este vecino de la isla.
Por su parte, Antonia, vecina de Jesús, consideró que las protestas deben ir acompañadas de una solución rápida: «Tienen razón, y estoy con ellos, pero esto no puede eternizarse. Al final los que sufrimos las consecuencias somos los pacientes. Hace falta diálogo, pero ya».
La palabra «diálogo» se repitió en varias ocasiones. Muchos coincidieron en que la huelga ha sido el último recurso ante una situación de desgaste acumulado. «Esto no va de nosotros contra ellos. Esto va de luchar por una sanidad digna porque necesitamos un sistema público de salud que funcione», destacó la paciente Antonia.
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