Ikram arribaba al litoral de la costa ibicenca el pasado miércoles, a bordo de una patera tras un largo viaje desde Argelia. Salvamento Marítimo rescataba la embarcación y la trasladaba hasta el Puerto de Ibiza, un factor que se volvería clave posteriormente a nivel competencial. Además de las personas a bordo del cayuco, con el rescate se encontró a una pequeña perrita, de poco más de dos meses de edad, curiosamente, la única de la embarcación que llegó a la isla con sus papeles en regla.
En el momento del rescate, el animal tenía las dos vacunas, correspondientes al primer y segundo mes, en regla. Sin embargo, no tenía puesta la de la rabia, que es lo que ha generado las consiguientes dificultades en el tratamiento. Y es que Argelia, país de donde proviene Ikram, es considerado por el Ministerio de Asuntos Exteriores como un país «con una situación no favorable a la rabia».
Ante esta situación, y ya bajo la tutela del Ayuntamiento de Ibiza -al haber llegado la embarcación a su puerto – Ikram fue trasladada a la clínica veterinaria de Sant Jordi, la empresa licitadora del Centro Municipal de Sa Coma. Es ahí precisamente donde fue trasladada a continuación, para que no tuviera que estar en una jaula pequeña.
Protocolo
Una vez ahí, se consultó el procedimiento a seguir a la autoridad superior al respecto, en este caso,la Consellería del Govern Balear y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Este replicó que las dos opciones que había para Ikram eran o devolverla a Argelia o sacrificarla.
«Teniendo en cuenta que dormirla no era una opción para nosotros, nos pusimos a buscar alternativas para Ikram. Vimos que hay precendentes de perros y gatos que llegan en patera y son finalmente adoptados. A Canarias llegan prácticamente todos los días cayucos, algunos de ellos con animales», explica el regidor de Benestar Animal, Manu Jiménez.
Cuarentena
Al no ser ninguna de estas dos opciones factibles para el consistorio, y con esos antecedentes distintos, se pusieron a trabajar para encontrar alternativas. Tras una serie de escritos y con el trabajo de una jurista, se consiguió que el Ministerio dejara en manos del Ayuntamiento de Ibiza la decisión a tomar con el animal.
Foto: Jésica López
Sin embargo, había unos protocolos que cumplir. Tal y como explica el regidor «al venir desde Argelia ha de cumplir una cuarentena, que probablemente no sea corta. Pero nuestra intención es que esté en Sa Coma el tiempo que sea necesario, para que luego pueda salir en adopción».
Ikram acaba de cumplir sus tres meses, justo la fecha en la que habría de ser vacunada contra la rabia, según la legislación española. Sin embargo, esta será pospuesta por sus particulares condiciones.
En Sa Coma se encuentra en un espacio habilitado para ella, donde un cartel avisa del peligro que podría suponer este animal, y de su estado de cuarentena.
Su aspecto, algo lastimoso, viene marcado por una enfermedad bastante común en estos animales, conocida como «ojos cereza», dado el tono rojizo que adoptan sus ojos. Sin embargo, esta condición es fácilmente reversible mediante una sencilla operación.
En el Centro el responsable de su bienestar es Miguel Quiñones, veterinario de la Clínica San Jorge. Tal y como explica «cuando la perrita llegó vimos que tenía las primeras vacunas puestas. Sin embargo, por no tener la de la rabia, establecimos esa cuarentena».
A Ikram se le realizó un test serológico que dio negativo. Sin embargo, tal y como explica el veterinario «la rabia es una enfermedad de incubación lenta. Si estuviera en una primera fase, aun sin síntomas, podría dar un falso negativo». Esta cuarentena puede durar «hasta seis meses», por lo cual su proceso de adopción podría retrasarse hasta entonces.
Adopciones
Manu Jiménez se muestra «muy agradecido» con la respuesta social que ha habido en la isla ante la situación de Ikram. Asegura que«ha recibido muchas llamadas y solicitudes de adopción para el animal». No duda que, en cuanto finalice su cuarentena, esta saldrá adopatada de inmediato.
Sin embargo, el regidor hace hincapié en un concepto: «todos los animales que hay aquí son Ikram». Y es que en Sa Coma hay muchos perros y gatos que llevan ya mucho tiempo esperando una adopción, o un nuevo hogar. Algunos incluso mueren aquí», apunta Jiménez.
Son casos como el de Barack, un gato «de los más cariñosos que han pasado por aquí», según las palabras de su cuidadora. Sin embargo, quizás por su particular aspecto, ya que le falta un ojo, lleva años a la espera de ser adoptado, como tantos otros en Sa Coma.
El de abajo ya se disculpo por lo de Herbusa ? Ah nooo, malmetemos, tergiversamos y mentimos hasta que algunos te descubrimos tus bulos, y despues como la avestruz "no estoy muy puesto en el tema" Si no estás puesto, para que hablas. Bocachancla mentiroso. Lo único que sabes hacer es meterte con todos en este foro. Menudo asco de vida que llevas.