La Agrupación Astronómica de Eivissa (AAE) ha denunciado el la instalación de focos de gran potencia para la iluminación de espacios públicos que, «por su exagerada intensidad e inadecuada orientación, causan un fuerte impacto sobre el cielo estrellado, además de causar importantes molestias al vecindario». Además, «también provoca efectos negativos sobre las especies silvestres que necesitan la oscuridad para vivir», apuntan desde la AAE.
El último ejemplo es un foco colocado en un aparcamiento del Port de Sant Miquel, «con una potencia totalmente desmesurada, mal orientado y con luz blanca, que no solo ilumina el terreno en cuestión, sino que también dirige su luz hacia el cielo, arruinando las actividades de observación astronómica que se realizan en dicha zona». La AAE señala que su impacto es tal que este resplandor «puede observarse desde varios kilómetros de distancia».
El Port de Sant Miquel es un lugar elegido desde hace varios años por grupos organizados de estudiantes para observar el cielo nocturno con telescopios y también a simple vista, una actividad educativa «que ya no podrá realizarse si persiste esta desafortunada actuación». También desde este lugar miembros de la AAE obtienen fotografías de cielo profundo «gracias a privilegiados sus cielos oscuros, otra labor que se verá interrumpida», lamenta la AAE, que pide al Ayuntamiento de Sant Joan «que actúe para restablecer la legalidad infringida», a la vez que reclama al Consell d’Eivissa que concluya «de una vez los trámites para aprobar definitivamente el reglamento contra la contaminación lumínica que lleva ya seis años en manos de los técnicos, sin que aún se conozca cuándo va a entrar en vigor».
Con la qué está cayendo mirando al cielo, que miren a la tierra y todos los problemas que hay en esta Isla que está llegando a un camino de ruina sin vuelta atrás