El alcalde de Sant Josep, Vicent Roig, exige la expulsión inmediata del país de aquellos inmigrantes irregulares que cometan delitos. Es el caso del camello senegalés que el pasado fin de semana agredió brutalmente a dos policías local de Sant Josep en Platja d’en Bossa. Roig recordó que este individuo «es una persona con antecedentes que, además, no podía estar en zona Schengen». Y añadió en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera: «Da igual de dónde sea esta persona pero la realidad es esa y, si ni siquiera podía estar aquí, ¿a qué está esperado el Estado para actuar?».
El alcalde josepí mostró todo su apoyo al jefe de la Policía Local de Sant Josep, José Antonio Granados, que, tras el suceso, publicó en sus redes sociales un mensaje en el que denunciaba cómo «cada vez son más frecuentes» las agresiones hacia los cuerpos y fuerzas de seguridad, el personal sanitario, los bomberos y los vigilantes. Granados también explicó en su escrito que nadie puede mostrarse ajeno a problemas como el menudeo de drogas que se da en Platja d’en Bossa y añadió que «detener a estas personas no es tan sencillo como podría parecer» porque España es «un país repleto de garantías». Sin embargo, añadió, «los derechos de una persona deben terminar donde empiezan los de otra» y defendió que, ante la delincuencia, es necesaria una reacción «ligeramente desproporcionada» para que el delincuente «comprenda la gravedad de sus actos».
Vicent Roig insistió en que es necesario que el Gobierno central actúe para evitar que el problema se agrave. «No podemos poner en peligro a los residentes, a los turistas y a los que tienen que defendernos», según destacó el primer edil, «ahora vamos a ver qué dice la Dirección Insular de la Administración del Estado porque en las mesas de seguridad del año pasado y de este 2025 se acordó que habría más controles sobre la inmigración irregular y solo se ha hecho uno».
«En Platja d’en Bossa», según concluyó el alcalde de Sant Josep, «no se puede negar lo que está pasando. Se controla pero lo que queremos es que el Estado actúe expulsando a estos delincuentes del país. Hablamos, además, de delincuentes reincidentes que no deberían estar aquí. Debemos ser más contundentes».
Los hechos
Los hechos sucedieron el fin de semana pasado en la calle Platja d’en Bossa, en la entrada de un conocido parking de tierra. Los dos agentes iban patrullando a pie cuando vieron a este senegalés salir del parking tras haber recogido algo del suelo cercano a la vegetación, siendo un punto de ocultación de drogas. En un momento dado, el senegalés dice en inglés a unas turistas que pasaban por allí si querían drogas y les comenta que tiene cocaína y MDMA. Los agentes de policía se acercaron a esta persona, que tiró la droga al suelo. Uno de los agentes recogió la droga del suelo, mientras el otro policía le pide hasta en cuatro ocasiones que ponga sus manos por detrás para cachearle. El senegalés se niega a seguir las órdenes policiales y huye corriendo del lugar.
Los agentes entonces emprenden la persecución corriendo al grito de «alto policía» hasta que uno de los agentes consigue alcanzar al ‘camello’ senegalés cuando éste le propina un violento empujón tras el cual el agente acaba estampado contra una señal vertical. El fuerte impacto le provoca una herida profunda en su antebrazo izquierdo que le llevó a perder mucha sangre. Los servicios sanitarios de una discoteca de la zona le propinaron los primeros auxilios y consiguieron taponar la hemorragia. Mientras tanto, el compañero de este agente vuelve a detener al senegalés, que forcejea durante al menos tres minutos con el agente, propinándole patadas y varios manotazos. Un testigo de los hechos acude a ayudar al agente a detener al senegalés cuando éste consigue levantarse y le propina un fuerte puñetazo en el ojo izquierdo.
El agente de la profunda herida en el brazo fue trasladado al hospital Can Misses debido a la gravedad de las lesiones. El senegalés, finalmente, fue detenido.
VIVA VOX