El auditorio de Caló de s’Oli ha acogido este sábado un acto muy especial para el municipio de Sant Josep: la entrega de sus medallas de Oro. Lo ha hecho además en una fecha muy señalada para el municipio josepí. Y es que un 19 de julio, pero de 1896, el consistorio aprobó el escudo de armas que, con ligeras modificaciones, sigue identificando el municipio a día de hoy.
En una fecha tan especial, Sant Josep ha querido reconocer públicamente tres personas y entidades que han destacado por su trayectoria, dedicación y contribución al desarrollo social, cultural y comunitario de Sant Josep.
Las medallas
En primer lugar, el Ayuntamiento ha concedido la Medalla al Mérito a la Institución de los Obreros de las cinco Parroquias del Municipio. Esta una entidad cuyas raíces se remontan a los siglos XVII y XVIII y que «ha sido y sigue siendo un pilar fundamental en la vida parroquial y comunitaria del municipio y de toda la isla. Ésta distinción, reconoce su dedicación desinteresada y su papel como garantes del legado cultural y espiritual del pueblo», se ha explicado en el acto. La medalla ha sido recogida por Antoni Serra (obrero mayor de la parroquia de San Francisco); José Ángel Ferrer (obrero mayor de la parroquia de es Cubells); Juan Torres (obrero de la parroquia de San Agustín); Bartolo Marino (obrero mayor de la parroquia de Sant Jordi), y José Ramis (obrero mayor de la parroquia de Sant Josep).
La segunda Medalla al Mérito se ha otorgado a la Peña Deportiva Sant Jordi, que este año celebra su 75 aniversario. El club verdinegro es hoy una referencia del fútbol pitiuso, no sólo por su trayectoria deportiva sino también por su arraigo social y el trabajo formativo con el fútbol base. Con casi 300 fichas federadas y 19 equipos en activo, la Peña es hoy una pieza fundamental en la cohesión social y el sentimiento de comunidad en San Jorge. El presidente del club, Alfonso Rojo, ha sido el encargado de recoger la distinción.
Por último, el consistorio ha entregado, a título póstumo, la Medalla de Oro del Municipio al doctor Francisco Rebollo Martínez, conocido como Don Paco o el Médico Rebollo. Llegado a Sant Josep en 1956, Rebollo ejerció como médico titular durante casi tres décadas, convirtiéndose en una figura muy querida por su vocación, humanidad y cercanía con los vecinos y vecinas. El doctor Rebollo murió en 1987 y también fue galardonado, a título póstumo, con el premio Tanit del Consell de Eivissa y Formentera. El alcalde del municipio, Vicent Roig, ha hecho entrega de la máxima distinción municipal a su hija, Conchita Rebollo La Serna.