El mal tiempo anunciado para este jueves en la isla de Ibiza tuvo como consecuencia que la afluencia de turistas al barrio de la Marina, en la capital de la isla, fuera mayor de lo habitual. Sin embargo, esto no se tradujo en un aumento notable de las ventas, como sí suele suceder en otras ocasiones similares.
En el conocido restaurante Porto Salé, Omar Ramis explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que «hay más circulación de gente pero paran y solo compran souvernirs». «Comer, comen poco», según precisó, «pero esta es la nueva realidad que estamos viendo esta temporada. La gente gasta menos que en años anteriores. Y, aunque hay más movimiento durante la noche, por el día no se mueve nada. Hoy [por este jueves] es diferente porque está nublado y hay previsión de lluvias».
Ramis aprovechó el momento para criticar que el barrio tiene problemas como las plagas de ratas y cucarachas, que este verano están siendo especialmente graves: «Tenemos cucarachas como patinetes. Y hay muchas ratas. Por la noche se pasean como reinas. Los compañeros han matado ya a dos a escobazos».
En la tienda de ropa Mele Beach, Yelina Veliz aseguró que, en su caso, sí que se han producido más ventas de lo habitual debido al aumento de turistas en el barrio por el mal tiempo. «Cuando llueve la gente se activa y viene», según precisó, «como es algo que pasa siempre, ya nos preparamos para ello. De todos modos, aunque hoy hay mucha gente, no se están haciendo tantas compras como esperábamos. Está flojo, la verdad». En cuanto a la temporada turística en sí, Veliz afirmó que «va bien en general, aunque depende de los días». «De todos modos», según concluyó esta comerciante de La Marina, «creo que estamos mejor que en la temporada de 2024».
En la calle de la Virgen, Andreas Ordowski, presidente de la Asociación de Comerciantes de esta vía y propietario de la tienda Ibiza 45, la actividad suele ser nocturna pero este jueves se podían observar algunas familias y parejas paseando por esta emblemática vía. Ordowski destacó que «lo normal en un día como hoy es que haya más gente». Y afirmó que las ventas han bajado de forma notable en los 10 últimos días. Una situación que achacó a que «viene un público más joven, que solo va a las discotecas». Y a esto sumó «el calor», que en esta calle es especialmente alto: «Es muy asfixiante. Esta calle está cortada por calles perpendiculares, por lo que apenas corre el aire y hay mucha humedad. Es complicado estar aquí en días como el de este jueves».
Ordoswi dijo estar «preocupado por la situación» porque «aunque a muchos comerciantes de esta calle les gustaría estar abiertos todo el año, que es lo que quiere el Ayuntamiento, no viene bien lo que está haciendo el Govern para frenar el turismo». Este comerciante cree que la desestacionalización es posible «siempre y cuando vaya acompañada de actividades más allá del deporte» porque «eso no es suficiente para atraer a gente».
Pilar Paredes es dependienta en la Alpargatería La Serverana. Como otros comerciantes de la zona, tiene claro que el mal tiempo juega a favor de la Marina. Pero este jueves admitió que esperaba «más ventas, aunque alguna se ha hecho». Paredes precisó que «se ve más gente por la calle pero no se vende lo que se tendría que vender». Y concluyó: «En general, esta temporada está siendo algo mejor que la de 2024. En nuestro caso, es el turismo de cruceros el que mejor nos está funcionando».
Bienvenidos al puerto de Ibiza y sus negocios "estafa" para turistas: pizza "extrafina" a 28 pavos (Il Dek Bistrot), bocatas a 25 (Can Gourmet) y ropa barata de mercadillo a precio de lujo (tienda In Touch). Las tres farmacias, la lotería, el estanco, la mercería y Juanito del CAN FONT son los comercios de barrio que todavía resisten y salvan a los residentes de la Marina.