Borja Pérez es gerente de Nova Falcons y Nova Control, ambas empresas de control de fauna radicadas en Ibiza. De su mano y de la de Lara Abascal (Madrid, 1991), empleada de Nova Falcons, bióloga especializada en biodiversidad y conservación del medio ambiente, desgranaremos los entresijos de la compleja labor de conservación del medio ambiente y la lucha contra las especies invasoras en la isla.
PREGUNTA: ¿Qué trabajos desarrolláis en Nova Falcons y Nova Control, exactamente?
BORJA: Realizamos todo tipo de trabajos relacionados con la sanidad ambiental, fauna salvaje y consultoría ambiental.
P: También sois los responsables del servicio de control de fauna en el aeropuerto. ¿Qué tipo de fauna suele generar problemas en ese entorno?
B: Principalmente aves, pero también se trabaja con animales domésticos, como perros o gatos. De vez en cuando se escapa alguno durante el proceso de embarque o desembarque del avión, aunque no suele pasar muy a menudo. También puede darse el caso de que se cuele alguno desde el exterior, si por algún motivo el vallado ha sufrido algún desperfecto que haya pasado desapercibido.
P: Pero sobre todo aves.
B: Sí. En otros aeropuertos tienes problemas con corzos, jabalís, zorros... aquí no tienes nada de eso. El mamífero terrestre más grande que tenemos son las ginetas, y hay dos registros a nivel histórico dentro del recinto del aeropuerto, así que no es una especie relevante desde el punto de vista de su afección a la operativa del aeropuerto.
P: Pero sin embargo, gaviotas...
B: Sí, dependiendo de la época del año, pueden llegar a ser conflictivas si no se actuase sobre ellas.
P: Entonces vosotros tenéis el halcón adiestrado para que espante las gaviotas. ¿Cómo trabajáis? ¿Cómo evitáis que el animal no se vaya por su cuenta?
LARA: Hay un equipo de rapaces, no es solo un halcón. El adiestramiento se centra en que el ave vuele en el territorio del aeropuerto, que además está al lado de un parque natural. De ese modo las aves silvestres que están cerca del aeropuerto identifican la zona como el territorio de un ave rapaz, que es un depredador. Por un lado ayuda a prevenir que entren otros pájaros y también se les entrena específicamente para ahuyentar a otras aves. Su mera presencia ayuda a que no entren.
B: El adiestramiento sigue unos pasos. Primero, amansar al animal y que se acostumbre a ti, luego empiezas haciéndole saltos al puño, distancias cortitas, luego le vas haciendo distancias más grandes, después ya lo vas introduciendo al señuelo, a las presas vivas... así hasta que vas ganando confianza con el ave. Al mismo tiempo le vas exigiendo más y le vas potenciando a través de refuerzos positivos lo que te interesa ir sacando. En función de la rapaz, vas a buscar unas cosas u otras. No es lo mismo trabajar con un águila Harris que con un halcón, son diferentes metodologías de trabajo.
P: ¿Qué especies tenéis?
L: Halcones peregrinos, que es la especie local, diferentes tipos de híbridos, como peregrino-gerifalte, peregrino-sacre, gerifalte-sacre…y Harris, que es un tipo de águila que se adapta muy bien al trabajo en entornos urbanizados.
P: ¿Dónde los tenéis?
B: Las rapaces están en su zona de trabajo o descansando en el núcleo zoológico, una instalación que cuenta con la autorización y características necesarias para alojar a este tipo de animales.
P: ¿Cómo es trabajar con halcones? ¿Es difícil? ¿Hay momentos de desesperación? Quiero decir, me imagino que hay momentos en el que el halcón no hace lo que tú le dices y te vuelves un poco loco. ¿No se os escapa ninguno?
L: A ver, es un entrenamiento. Cuando vas mejorando es muy gratificante, porque te motivas, vas viendo que el pájaro va más fluido y eso motiva mucho. Pero bueno, también algunos son más fáciles de entrenar que otros y hay que llevarlo con mucha paciencia. Como dijo Borja, el entrenamiento funciona mediante el refuerzo positivo: tú esperas a que haga lo que a ti te interesa que haga para reforzárselo positivamente.
Eso puede pasar el primer día y se lo refuerzas y va todo súper dinámico, o que tarde un tiempo en surgir esa situación para que tú puedas premiarlo. Entonces hay que tener mucha paciencia y saber interpretar muy bien el lenguaje no verbal con el que la rapaz se comunica constantemente, para ir avanzando poco a poco pero sin pausa, como en una carrera de fondo. Pero es muy interesante. Cada pájaro es muy diferente, también.
P: ¿De dónde los traéis?
B: Se crían en cautividad. Parte del equipo que tenemos nosotros ha nacido aquí, lo hemos criado nosotros. Otros vienen de fuera. Pero siempre todos provienen de la cría en cautividad.
P: Aparte de trabajar con halcones, también hacéis anillamiento científico de aves silvestres.
B: El anillamiento científico es una manera de estudiar poblaciones de aves, ya sean migrantes o locales. Las anillas llevan unos códigos con una numeración oficial, que es única para cada individuo, además de toda una serie de datos biométricos que se recogen cada vez que lo capturas. Obviamente, detrás de cada anillamiento hay toda una serie de permisos y normativas con las que hay cumplir antes de anillar un ave. Capturar o manipular especies silvestres está prohibido, hay que hacerlo siempre con los permisos correspondientes.
P: ¿La anilla tiene un chip dentro?
L: Ése es otro tipo concreto de marcaje, que también existe, pero es mucho más caro y limitado, se usa mucho menos. El anillamiento con anillas metálicas es el más común.
P: ¿Por qué es tan importante el anillamiento científico?
B: Porque te permite individualizar a cada ejemplar marcado. Si tú ves un mirlo que lleva una anilla en la pata tienes dos maneras de leerla: a distancia, si te lo permite el tipo de anilla, o mediante una recaptura. Pero, en cualquier caso, puedes identificarlo como que es ese y no otro. Entonces puedes cuantificarlo y recoger información a nivel científico de ese individuo, por ejemplo, ver cómo cambia su plumaje, cómo ha engordado, cómo ha crecido, si se está reproduciendo o no... y vas estudiando la fisiología del cambio de las plumas.
Además, al marcar cada individuo que captures, a medida que trabajas en una misma zona, puedes hacer un seguimiento de la longevidad, densidad poblacional, ciclo reproductor del ave. El anillamiento es una herramienta sumamente útil para conocer el estado de salud de la avifauna de un ecosistema.
P: ¿Una anilla hecha aquí se puede leer en cualquier lado del mundo?
L: Claro, cada anilla tiene un código que actúa a modo de remitente, al que puedes solicitar y reportar información. A través de las anillas de PVC podemos saber sin necesidad de capturar al ejemplar qué parte de los charranes patinegros que vemos cada invierno en el puerto tienen su zona de cría en Escocia, por ejemplo.
Además, te permite estimar el tamaño poblacional de una especie y saber si está disminuyendo o no, cuánto pueden llegar a vivir, etcétera. Cuando te dicen que determinada especie está decreciendo, ¿cómo estiman el tamaño de una población y si hay más o menos que antes? Una de las herramientas fundamentales para establecer estas afirmaciones son las estaciones de anillamiento científico y los datos que llevan recogiendo durante años.
B: Si coges datos de diferentes estaciones, y cruzas décadas de datos, puedes detectar tendencias. Si ves que en todas las estaciones coincide, ahí ya tienes un patrón que se repite y puedes empezar a buscar la causa. Es verdad que probablemente se podría hacer más con todo lo que se recoge, pero es que es mucho trabajo y no suele estar muy valorado por parte de las Administraciones.
P: ¿Crees que tendría que haber un organismo público que se encargase de esto?
B: Bueno, todo lo que suele tener que ver con conservación y fauna salvaje, salvo casos concretos con cierto tirón mediático, suele tener bastantes carencias a nivel de implicación de las Administraciones. Definitivamente no es una prioridad en la agenda de ningún gobierno. Ibiza es un ejemplo perfecto de esto: ses Salines está más cerca de parecer un parque temático que un espacio natural protegido que representa, además, la zona húmeda más importante de las Pitiusas.
P: ¿Vosotros tenéis financiación pública ahora mismo?
B: No, todo lo que hacemos a día de hoy relacionado con anillamiento científico es autofinanciado y se hace más por vocación que porque exista un proyecto financiado, ya sea desde el ámbito público o el privado.
P: ¿Pensáis que debería ser así? Porque estamos en un momento en que los políticos se llenan la boca hablando de ecología y sostenibilidad, y al mismo tiempo tú me estás diciendo que tampoco tienen un control sobre la población de aves.
B: Bueno, pero es que tampoco lo hay sobre la población de especies invasoras, por ejemplo. En Ibiza ni siquiera hay un centro de recuperación de fauna, se supone que su financiación ya está aprobada, pero llevan años a vueltas con esto, y es una vergüenza que todavía no exista. No hay semana que no recibamos una llamada de alguien que cree que tenemos un contrato público para recoger fauna herida, retirar serpientes de forma gratuita y otras funciones propias de la administración pública.
En estos casos, no podemos hacer más que informarles de que este tipo de situaciones las tienen que comunicar al 112 y que ahí les darán más información. O no.
P: ¿Qué otra carencia hay en Ibiza respecto a la gestión de la fauna silvestre?
B: Por ejemplo, en el tema de las serpientes, se debería haber estado haciendo censos de lagartijas de forma sistemática por todos los entornos de la isla desde que se identificó que existía una especie invasora que la depreda de forma masiva. Además, esos datos deberían de estar disponibles para su consulta pública.
P: Ahora se está haciendo un refugio de lagartijas en la necrópolis de Puig des Molins, el tema es que entran los gatos y se las comen. Y también están llevando lagartijas a Barcelona.
B: En caso de ser así, está bien que lo hagan, porque es mejor que no hacer nada. Pero es que se debería de hacer más.
P: ¿Como qué?
B: El endemismo de la lagartija pitiusa varía mucho en función de dónde la ubiques. No es lo mismo en Ibiza que en Formentera que en los islotes. Todas las poblaciones de los islotes, toda esa variedad genética corre una amenaza real de perderse de forma irremediable. Donde llegan las serpientes, las lagartijas desaparecen.
Entre los servicios que realizamos está el control de todo tipo de plagas. Hay zonas de la isla en las que a pesar de que remuevas por todos los recovecos buscando a la plaga que tengas contratada vas a encontrar dragones y toda clase de insectos, pero ni una sola lagartija. Esto es algo que se repite. Los dragones también son presa común de las serpientes pero, a diferencia de las lagartijas, parecen tener más capacidad de convivencia con las serpientes.
Sin censos poblacionales ni trabajos de campo sistemáticos no puedes afirmar nada, pero ver el patrón que se repite en muchas zonas de la isla es un indicador terrible de que existe una amenaza real de extinción. Especialmente en los islotes, donde las dimensiones son mucho más limitadas. O controlas la invasión de una forma radicalmente diferente a como se está haciendo en la isla de Ibiza, o arrasan con todo en el transcurso de unos pocos años.
L: La extinción de un endemismo es una pérdida de biodiversidad brutal. Eso es patrimonio natural de las islas. Es bastante grave pensar que esto pueda estar ocurriendo ahora mismo frente a nuestros ojos.
P: Hace 20 años que llegaron las serpientes a la isla, escondidas en olivos que traían de la península para trasplantarlos aquí. Ahora se han naturalizado tras años campando a sus anchas. Desde hace poco se ha empezado a hacer algo por parte de las administraciones, aunque está claro que es insuficiente, porque cada vez hay más serpientes y están ya por toda la isla. Entonces, ¿qué está haciendo el Govern para atajar el tema de las serpientes?
L: Las competencias autonómicas de especies silvestres y especies invasoras las tiene el Govern, pero lo delegan al Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares, el COFIB.
B: Lo que está haciendo o no el Govern, mejor preguntárselo a quien tenga todos los datos.
Lo que sí puedo decirte es que hay cosas que preocupan, al menos vistas desde fuera, sin tener siquiera un conocimiento pleno de todo que se hace o no se hace. Por ejemplo, se puede ver un aumento considerable del número de serpientes en el entorno de ses Salines. Esto lo podemos ver en el control que realizamos en el aeropuerto, donde llevamos reportando capturas desde 2019, cuando empezamos a trabajar allí, aunque las serpientes ya estaban.
También se nota en el control de plagas de las casas privadas de la zona de ses Salines. Este año se está viendo un aumento de la actividad considerable. Muy probablemente la población de lagartijas de esa zona tan sensible, hasta ahora todavía abundante, desaparecerá… O no, depende de a quién preguntes.
La cuestión es si vale la pena arriesgarnos a una hipotética extinción y si existe alguna evidencia científica que indique que en algún punto de la isla conviven ahora mismo una población sana de lagartijas y de serpientes en armonía en un mismo ecosistema. ¿Ocurre esto? Después de 20 años de invasión, hace tiempo que se tendrían que haber realizado trabajos de campo que vengan a afirmar o negar este hecho. Sobra decir que dichos trabajos deberían ser de dominio público.
El entorno de ses Salines no era una zona con una densidad de capturas alta, que no de población, porque tú no puedes saber la población de serpientes por las capturas que has hecho. Intervienen muchos factores: el número de trampas que tengas, la cantidad de alimento que tengan a disposición que les pueda resultar más apetecible, accesible o confiable que el alimento que tú le estás poniendo en la trampa; el modo en que se gestionen esas trampas, etcétera.
Aun así, guiándonos por las capturas, el índice era relativamente bajo entre el 2019 y el 2024, aunque inaceptablemente alto si tenemos en cuenta que se trata de una especie invasora en un espacio protegido.
En cuanto a la zona de distribución en ese entorno, tenemos trampas ubicadas en la zona plana, pero también en zonas privadas que están arriba, en el monte. Y están cayendo serpientes adultas.
Dicho de otro modo, las serpientes ya han colonizado toda la masa forestal de la zona de ses Salines, desde la base hasta las zonas altas, y esto no es algo que haya ocurrido ayer. Ahora falta por ver cómo va a afectar esto a las lagartijas, pero también a las aves, especialmente a las de pequeñas dimensiones que nidifican en matorrales o incluso en el suelo, micromamíferos y al equilibrio del ecosistema del parque en general.
P: ¿Cómo es el proceso de captura? Si ahora alguien te llama y te dice: "Tengo serpientes en mi casa, ayúdame". ¿Cómo procedéis?
B: Nosotros no contamos con financiación pública, por lo tanto, el servicio se tiene que contratar. Así que básicamente le das al cliente un presupuesto y, si te lo acepta, le haces el trabajo en las condiciones en que se haya estipulado.
P: ¿Desde las Administraciones no hay financiación suficiente ni tampoco hay un plan de erradicación ni a corto, medio o largo plazo?
B: Bueno, eso mejor preguntárselo a la Administración o a quien tenga una mayor capacidad para afirmar o negar algo así. Pero lo que sí que puede ver cualquiera que tenga un mínimo de interés por la biodiversidad y el medio ambiente es que las serpientes no son la única especie invasora de las Pitiusas. Las serpientes son el caso más grave pero, si nos ponemos a hablar de plantas, hay zonas donde puedes ver especies invasoras que siguen ahí año tras año. Tampoco se entiende muy bien que se sigan comercializando especies invasoras como plantas ornamentales en los viveros, que han sido catalogadas como tales por la propia Administración, o incluso que algunas estén presentes en jardines públicos.
Obviamente nosotros no sabemos hacia dónde va la gestión de las serpientes a largo plazo, solo que la erradicación ya se ha reconocido como inviable por parte de sus responsables. Nos surgen muchas dudas. ¿Cuál es el plan, entonces? ¿Alcanzar un equilibrio artificial sostenido sobre el uso de trampas? De ser así, ¿cuántas trampas y distribuidas dónde? ¿Qué zonas se van a dar por perdidas y cuáles no? ¿Qué extensión y distribución tendrían esas hipotéticas «zonas seguras»? ¿Cómo se va a articular ese control y su gestión a largo plazo? ¿Existe si quiera algún trabajo de campo, a nivel científico, que dé garantías de que esto es viable?
Es decir, ¿existen indicios para pensar que a largo plazo las lagartijas pueden sobrevivir en zonas con trampas aunque estén en contacto directo con zonas sin trampas que actúan de foco de entrada constante?
P: ¿En qué punto estamos de la invasión? ¿Hemos pasado el punto de no retorno?
L: Parece que depende de la zona, pero ahora mismo faltan datos disponibles para saberlo.
Hay estudios como el de Elba Montes, que es la persona que más ha estudiado la invasión de serpientes en Ibiza, en los que se estima que existen muchas probabilidades de que las lagartijas se extingan, al menos puntualmente, a nivel poblacional.
Además, desde 2023 existe un decreto que regula la entrada de olivos en determinadas fechas para evitar que traigan huevos o serpientes hibernando.
En definitiva, no es que no se esté haciendo nada para frenar la invasión de serpientes, pero hay que ver si eso es suficiente. Sobre todo, falta mucho trabajo científico y transparencia en cuanto a su gestión como para poder hacer afirmaciones con rigor científico.
yatTotalmente de acuerdo. Ineptitud, incompetencia, desidia y dejadez resume el lamentable estado de "este parque natural".