En primera línea de la Playa de Talamanca, con vistas privilegiadas a Dalt Vila y al Mediterráneo, el Hotel Simbad ofrece una experiencia que combina confort, gastronomía de altura y un ambiente auténtico que ha sabido evolucionar sin perder sus raíces.
Fundado en 1968 como un hotel de tres estrellas, el Simbad ha crecido y se ha transformado en un elegante cuatro estrellas que conserva su carácter familiar. El hotel está regentado por familias ibicencas y un socio catalán, y su plantilla —formada en su mayoría por personal local— es parte fundamental de su identidad. «Llevo 28 años trabajando en el hotel y cinco como director, y tenemos trabajadores que llevan más de 30 años en la empresa, como José, el jefe del bar, Montse, de recepción o Ana, de pisos. Esa estabilidad crea vínculos muy especiales con nuestros clientes», explica Álvaro Sánchez, director del hotel.
Las instalaciones han sido objeto de mejoras constantes para adaptarse a las necesidades de un público que ha cambiado con el tiempo. En 2020 se renovaron por completo las habitaciones (algunas con espectaculares vistas al mar y otras con vistas a la montaña) y en 2025 se reformó la recepción. El compromiso por mantener el hotel actualizado es constante, y la propiedad sigue apostando por una mejora continua que garantice la calidad y la satisfacción de los huéspedes. «La propiedad siempre ha apostado por mantener el hotel actualizado, y las reformas son parte de nuestro compromiso con la calidad», añade Sánchez.
En el apartado gastronómico, el restaurante Simbad es un referente tanto para turistas como para residentes. El Restaurante Simbad es famoso por su brunch dominical, un clásico en la isla con productos frescos y de inspiración mediterránea, que se disfruta con la mejor panorámica del mar. Por su parte, S’Alga Gastrobar, abierto hace dos años, se ha convertido en un punto de encuentro vibrante. Su propuesta incluye cócteles creativos y tapas mediterráneas.
El hotel cuenta además con un completo spa, piscina y solárium frente al mar, gimnasio y zonas lounge que invitan al descanso o al ejercicio en un entorno exclusivo. Su ubicación estratégica permite disfrutar de la tranquilidad de Talamanca y, al mismo tiempo, acceder en pocos minutos a la energía y vida nocturna de la ciudad de Ibiza.
«Tenemos muchos clientes que repiten año tras año. Que nos digan que aquí se sienten como en casa es una de nuestras mayores satisfacciones», asegura el director. Más de cinco décadas después de su apertura, el Hotel Simbad sigue siendo un refugio donde tradición y modernidad se dan la mano, ofreciendo a cada huésped una Ibiza auténtica, cercana y siempre memorable.